Recuerda que en los días de la pasada Semana Santa, los cubanos fueron lacerados por las nuevas medidas de agresión económica dictadas por Washington.
Hace cinco jornadas, el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, anunció en Miami, entre otros pasos, que se limitará el envío de remesas a Cuba (un máximo de mil dólares cada tres meses) y se restringirán aún más los viajes de estadounidenses al país caribeño.
También el 17 de abril, el secretario de Estado, Mike Pompeo, comunicó que a partir del próximo 2 de mayo su nación aplicará completamente el Título III de la Ley Helms-Burton.
Mediante ese acápite legislativo, nacionales de Estados Unidos tendrán posibilidades de llevar a sus cortes a personas y empresas, incluidas las de terceros países, que invierten en el territorio cubano en propiedades nacionalizadas tras el triunfo de la Revolución, el 1 de enero de 1959.
Debido a los perjuicios que implicaría esa parte de la ley aprobada en 1996, no solo para Cuba, sino para Estados Unidos y aliados suyos como la Unión Europea y Canadá, los predecesores de Trump desde William Clinton (1993-2001) evitaron su puesta en práctica.
La política de odio y revancha cruel nada tiene que ver con la reconocida nobleza del pueblo norteamericano, que saludó con su aprobación más entusiasta el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, sostiene la carta.
Esos positivos cambios de rumbo para ambos países, agrega, en gran medida tuvieron éxito gracias a usted, santo padre, por su contribución diligente, oportuna y efectiva, bien reconocida por los hombres y mujeres de buena voluntad y muy en particular por los entonces presidentes Raúl Castro y Barack Obama.
‘Hoy, cuando Cuba vive abierta al mundo y el mundo está abierto a Cuba, el Gobierno de Estados Unidos se cierra a Cuba y se cierra al mundo’, recalca el documento rubricado por la Alianza Martiana, que reúne a varias entidades.
Asimismo aparecen como firmantes la Fundación para la Normalización de las Relaciones Estados Unidos-Cuba, la Liga de Defensa Cubano Americana y Solidaridad Judía.
En opinión de esas organizaciones, mezquinas razones electorales de la política en uso son las que cierran el camino al diálogo, la paz y el entendimiento entre dos naciones vecinas, cuyos pueblos no anidan odios ni rencores.
Si pedir un milagro es mucho, por lo menos haga usted, santidad, lo que le dicte su corazón y su conciencia a favor de un pueblo digno y valiente que hoy sufre mil penurias por la arrogante rabia agresiva de un poder imperial cegado en su impotencia, subraya el texto.
Dicha carta fue entregada en la Arquidiócesis de Miami, junto a otra dirigida al arzobispo Thomas Wenski en la cual le piden que sirva de emisario en la comunicación para el papa Francisco.