El bumerán político de Trump, el título III de la Ley Helms Burton

El bumerán político de Trump, el título III de la Ley Helms Burton

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Por Luis René Fernández Tabío

El 16 de enero del 2019 el secretario de Estado Mike Pompeo informó que había suspendido por 45 días, a partir del 1 de febrero, la puesta en práctica del título III de la Ley Helms Burton, de 1996, la cual pretende cambiar el sistema político y económico cubano y sustituirlo por uno que le permita gobernarlo de acuerdo a sus intereses.

Ley Helms Burton
Foto: Editora Política

¿Por qué Trump amenaza con poner en práctica la parte más controversial de dicha ley en este momento, que ha sido pospuesta su aplicación desde 1996?

El objetivo inmediato es intensificar el bloqueo económico y financiero, y, en particular, disuadir a potenciales inversionistas extranjeros en Cuba.  Quieren impedir el avance del desarrollo económico cubano, cuando sus leyes y políticas favorecen a la inversión extranjera, que encuentra fortalecidos resguardos en el nuevo modelo socioeconómico, su estrategia de desarrollo hasta el 2030 y en la nueva Constitución.

Suponen erróneamente que la desaparición física del líder histórico de la Revolución Fidel Castro Ruz, la renovación del gobierno revolucionario, sumada a una más desfavorable correlación regional de fuerzas y la escalada intervencionista contra Venezuela, repercuten negativamente en los cubanos y generan condiciones favorables para lograr el “cambio de régimen”.  Eso dice el libreto imperialista, pero la práctica ha demostrado su total fracaso desde hace seis décadas.  Aunque ocasionen enormes daños a la economía, no la someterán.  Si durante los peores momentos del período especial el imperialismo no logró su objetivo en Cuba, cómo puede ocurrir ahora, con un país social, económica y políticamente fortalecido.

La eventual aplicación del título III fortalecerá el rechazo internacional al bloqueo, expresado en el apoyo a la resolución sobre la necesidad de ponerle fin, que cada año Cuba presenta, y resulta aprobada abrumadoramente en la Asamblea General de Naciones Unidas.  En política interna y de cara a las elecciones del 2020, el título III probablemente no tendrá tanta importancia como los asesores de Trump imaginan, porque no son tantos los miembros de la primera oleada migratoria de cubanos, con significativas propiedades y  capacidad financiera para enfrentar los complejos y prolongados litigios.

¿Por qué el gobierno de Trump pone ese énfasis en los instrumentos de fuerza en todos los ámbitos, económico, político y militar? Por la declinación de su hegemonía y la percepción conservadora sobre la “ineficacia del poder blando” para lograr sus propósitos, que caracterizó la política de Obama.  Por ello pretenden restablecer con el “poder duro”, la injerencia y el intervencionismo militar, la Doctrina Monroe, las negociaciones bilaterales, el extremo unilateralismo y el chantaje político.  Además, las acciones contra Cuba están basadas en la mentira y la propaganda, como que el Gobierno cubano no estableció mecanismos justos de compensación por las nacionalizaciones, a las que llaman confiscaciones.

Los medios hegemónicos repiten el discurso oficial de EE. UU., desconocen la disposición cubana a negociar todos los puntos del conflicto bilateral y reproducen las calumnias sobre inverosímiles “ataques sónicos” a sus diplomáticos en La Habana, presencia militar cubana en Venezuela, para reintegrar injustificadamente a Cuba en la lista de “países terroristas”.

Las operaciones para intervenir militarmente en Venezuela con pretextos de crisis humanitaria, que ellos crearon, constituye el ejemplo más reciente y brutal de la política imperialista para restablecer su control y dominación regional.

Ley Helms Burton
Foto: Editora Política

No es casual la prioridad en tratar de subvertir a los gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua, sin olvidar a Bolivia.  Estos métodos los emplean cuando fracasan en la lucha política, diplomática y en la guerra mediática e ideológica.  Violan y desconocen las leyes y el derecho internacional, y quieren instituir su propia ley como universal.

Sin embargo, las acciones de fuerza y su verborrea irrespetuosa, no son manifestación de hegemonía en las relaciones internacionales.  Todas las amenazas de usar la fuerza, aplicar sanciones, medidas coercitivas, guerra económica, comercial y financiera, son en realidad expresiones de impotencia, aunque elevan la incertidumbre, resquebrajan el orden internacional y aumentan la vulnerabilidad de la existencia de la vida.  Estas políticas entrañan el carácter destructivo de la guerra con sus casi incalculables consecuencias en la era nuclear, y las tendencias neofascistas del gobierno de Trump.

En la desesperación por restablecer su hegemonía en el hemisferio occidental y tratar de quebrar a Cuba, el gobierno de Trump parece olvidar las causas por las cuales gobiernos, tanto demócratas como republicanos, desde el demócrata William Clinton hasta el republicano George W. Bush y el demócrata Barack Obama, suspendieron cada seis meses el Título III de esa Ley.

El mismo Trump pospuso su aplicación en sus dos primeros años como presidente. Las razones fueron las mismas, “intereses de la seguridad nacional”, reconocimiento de que les crea muchas contradicciones, costos sin beneficios, y por otra parte constituye un reiterado monumento al fracaso de la política de bloqueo.

Si finalmente dejaran de posponer la aplicación total o parcial del título III, como esperan muchos analistas, podría haber algunos inversionistas amedrentados, preocupados por los riesgos de realizar inversiones en Cuba, pero eso no es todo.  Están los tomadores de riesgo, los que apuestan al fin del bloqueo y reconocen las virtudes cubanas: su estabilidad, seguridad y alta preparación de la fuerza de trabajo.   Saben de los beneficios potenciales de involucrarse temprano en Cuba dada su privilegiada posición. Están asimismo los inversionistas de países considerados antagonistas de Estados Unidos, como Rusia y China, o aquellos extranjeros que deciden aislarse completamente del mercado norteamericano, como el caso de Sherritt International de Canadá.

Por todo ello, el título III puede considerarse como un bumerán para la política de Estados Unidos. La aplicación total o parcial del referido título, eventualmente abrirá reclamaciones en cortes norteamericanas contra empresas y personas con negocios en Cuba, que también operan en Estados Unidos.  Tales pleitos legales desatarán todo tipo de tensiones con sus principales socios.

Una buena parte de los parlamentos de estos países aprobaron leyes dirigidas a proteger a sus nacionales contra la Ley estadounidense, y las disputas se retomaran.  Puede abrirse un nuevo panel de controversias en la Organización Mundial de Comercio, en un contexto ya enrarecido por el proteccionismo comercial en la industria manufacturera del automóvil y el acero.

La conflictividad de esta parte de la Ley se extiende ahora a relevantes empresas de Estados Unidos. Quizás algunas vinculadas directa o indirectamente a la familia Trump y sus allegados.  Entre las que tienen negocios con Cuba pudieran encontrarse nombres interesantes y hasta simbólicos, como American Airlines y Marriot International.  Hay otras importantes líneas aéreas; de cruceros, como Carnival Corporation; y hasta cadenas hoteleras como los grupos Meliá y NH Hotel, ambos españoles.

La globalización del capital es un fenómeno complejo con muchas ramificaciones y encadenamientos,  y el presidente norteamericano no puede aislarse de ella.

Disparado el bumerán y si como parece se aplica de algún modo el título III, esperemos su retorno con el anuncio definitivo una vez se cumplan los 45 días anunciados.  Así se sabrá  dónde le pegará al Sr. Trump; quizás un buen porrazo en la cabeza lo vuelva sabio, y le permita entender que tales políticas no conseguirán reintegrar a Cuba a su sistema de dominación ni recuperar la hegemonía perdida.

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Un comentario en El bumerán político de Trump, el título III de la Ley Helms Burton

  1. Estos fuertes terremotos en Ecuador y Perú advierten a ALLAH Donald Trump a los norteamericanos y sudamericanos que se conviertan al Islam el 3.3.2019 para evitar estos castigos de ALLAH del terremoto más 7 tsunamis volcán huracán nieve cataclísmico avalancha tornados Los accidentes de virus de fuego meteoritos asteroides del diluvio de Noah y el accidente accidente de avion en América del Norte y del Sur.
    Ces forts séismes en Équateur et en Pérou avertissement d’ ALLAH Donald Trump aux américains du Nord et du Sud de se convertir a l’islam le 3.3.2019 pour éviter ces punitions d’ ALLAH séisme plus 7 tsunami volcan ouragan neige cataclysmique avalanche les tornades déluge de Noé astéroïde météorite les virus incendie les accidents et crash d’avion en Amérique du Nord et du Sud.

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