El calor, la llovizna, el fango o el frío no desalientan a los constructores del canal magistral Zaza-Ciego de Ávila. Sin embargo, les inquieta lo que muchas veces sucede: recibir solo un trompo con hormigón durante la jornada laboral para las labores de fundición, en la obra parsimoniosa de los recursos hidráulicos en Cuba.
No es la primera vez que ellos tropiezan con la misma “piedra”. El inestable suministro de arena, granito y gravilla, aquejaba a los afiliados a la sección sindical de la unidad constructora No. 4, cuando efectuaron la asamblea de presentación del plan de la economía para el 2018.
Un año después, el árido asunto perdura. Aunque tal problema repercutió con menor impacto en la reunión de información a los trabajadores de las cifras planificadas para el 2019. Ahora el gran reto consiste en reanimar 17 camiones, unos casi nuevos y otros con más de 10 años de explotación, “atascados” en el taller de su Unidad Empresarial de Base (UEB).
No es lo mismo…
“Rodar por carretera no es lo mismo que sobre terrenos escabrosos, donde colapsan los tensores y las Y, se parten los espárragos, los equipos envejecen más rápido”, afirma Alberto Martín Moreno, chofer con más de 25 años de experiencia en el centro laboral.
“Hoy ayudo en el taller porque tengo habilidad en la mecánica. A las Y, por ejemplo, le adaptamos un casquillo para que sigan ‘tirando’, pero otras soluciones dependen de piezas y agregados nuevos”.
Antonio Rosa Mejías, jefe de taller, opina: “Gracias a la inteligencia y la voluntad de vencer, principalmente de los mecánicos y los torneros, tenemos al 72 % el coeficiente de disponibilidad técnica del parque automotor”.
El tornero Bernardo López considera que “estamos trabajando casi sin ningún recurso, hay cosas que ni los innovadores podemos solucionar. Osuna, responsable de mecanización, ejemplifica que “17 camiones están paralizados por falta de gomas, baterías, motores de arranque, alternadores…”.
Ismael Aguilera, director de la UEB, dice más: “el 50 % de los neumáticos en explotación aquí han sido recapados tres veces. De punta a cabo hemos recorrido el país en busca de recursos en almacenes de productos ociosos, pero ya el déficit de piezas para la técnica mecanizada se nos escapa de las manos, de igual forma no hay quien nos venda los equipos de aire acondicionado para los canaleros albergados que representan más del 85 % de nuestros recursos humanos”.
No obstante, el directivo considera que existen reservas internas inagotables. “Si incrementamos la atención, la gente rinde más. Ir a la obra a amarrar cabillas junto a los constructores y revitalizar los chequeos de emulación, constituyen tareas necesarias en las que urge el liderazgo de nuestros dirigentes sindicales”, ejemplificó.
El aporte colectivo puede solventar las inclemencias de un tenso plan 2019. Máxime que el de la unidad decrece en más de 83 mil 900 pesos, de acuerdo con su capacidad constructora actual.
Por eso, la ejecución de los 10 millones asignados para la edificación del corredor La Ceiba, el sistema de riego de la soya, un conducto provisional y el canal magistral Zaza-Ciego, será posible si se logra lo que dijera el chofer Alberto Martín: “El plan es de todos, aunque sea gateando llegaremos a su cumplimiento”.
Acerca del autor
Licenciado en Comunicación Social. Economista y periodista. Escribe sobre asuntos económicos, agropecuarios, de la construcción y la cultura. Multipremiado en concursos de periodismo, festivales de la radio y otros eventos. Atesora las distinciones Félix Elmuza y Raúl Gomez García, los sellos Laureado y 50 aniversario del periódico Trabajadores, y la Moneda Conmemorativa 60 aniversario de la UPEC.