Por sus resultados integrales en el 2018, la Empresa Eléctrica Las Tunas continúa entre las más destacadas del país, un éxito que los directivos de la administración y el sindicato atribuyen, además, a la correcta implementación del sistema de gestión de innovación tecnológica, lo que cada vez cobra mayor relevancia y dedican a su día, que celebran cada 14 de enero.
Entre los múltiples ejemplos que validan esa afirmación distingue el quehacer de los integrantes de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (Anir), cuyo ingenio es garante en la sostenibilidad de valiosas prestaciones, públicas y empresariales, de gran impacto en los programas estratégicos de desarrollo y en el mejoramiento de las condiciones de vida de la población.
Entre las soluciones encontradas a los principales problemas en busca de elevar la eficiencia y la productividad destacan los cambios realizados a la mesa para verificar los registradores y demás componentes de los metrocontadores.
Ingenio sobre la mesa
Incuestionables son los beneficios que trajeron al sector eléctrico en el país los metrocontadores electrónicos o digitales, de procedencia china, los que entre otras ventajas mostraban gran exactitud en el control del consumo, pero…
“Llegaron para sustituir a sus homólogos de inducción y significaron, desde el punto de vista tecnológico, un paso de avance en la calidad del servicio; para nosotros constituyeron un reto”, afirma Eddy Castillo Ramírez, con la experiencia de 44 años en esas labores de comprobación.
Entonces, Jorge Sosa Reyes, un veterano de más de cinco décadas en el sector y jubilado desde hace casi seis años, pero sin poder alejarse del oficio, explica: “Tuvimos que enfrentarnos a las revisiones técnicas de los novedosos equipos con la misma mesa que utilizábamos para examinar los de inducción, pero como esta no era compatible comenzamos a pensar en la necesidad de introducirle transformaciones hasta adaptarla a las nuevas exigencias”.
¿Los cambios?
Cuentan que le eliminaron el patrón y la llave para interrumpir el patrón; le modificaron e hicieron nueva toda la conexión; y además, aumentaron la capacidad de análisis de cinco a 10 metrocontadores.
“Ahora —reafirman— podemos hacerles las comprobaciones de manera simultánea al doble de esos equipos que llegan con problemas desde todas las sucursales de la provincia y eso nos permitió eliminar su acumulación en áreas del taller, donde se reparan y se les devuelve la vida útil, siempre bajo los auspicios del laboratorio que los certifica”.
Tanto es así que después de implementadas las innovaciones han recuperado más de 20 mil metrocontadores, con un sustancial ahorro a la economía nacional por este concepto, y han puesto coto a múltiples fraudes de personas inescrupulosas y empeñadas en alterar a su favor los mecanismos de estos medios.
Además de Eddy y Jorge, son protagonistas de esta solución Lizandra Chacón Campo, comprobadora A de contadores de energía; y Luis Ariel Jiménez Ramos, técnico en Redes y Sistemas.