Así me dijo, hace ya muchísimo tiempo, el novelista y poeta Pablo Armando Fernández, Premio Nacional de Literatura, y nunca he olvidado aquel calificativo y sus convincentes argumentos.
Ahora, cuando la Revolución, siempre bien ponderada por el escritor, frisa el cumpleaños 60 su expresión adquiere mayor vigor, pues son seis décadas de entrega y búsqueda constante del bienestar colectivo que fructifica en todos los escenarios del país y ratifican la justa observación.
Así pude apreciarlo en los rostros agradecidos de las 18 familias que recibieron casas confortables en el polo de viviendas de Blanca Rosa, municipio de Majibacoa, en Las Tunas, entregadas como colofón del acto provincial por el onomástico del histórico hecho. En total la inversión hecha hasta el momento asciende a 285 mil pesos.
El polo por dentro
“Esto no hubiera sido posible sin la Revolución”, dijo con palabras sencillas y visiblemente emocionada Maryuris Márquez Santiesteban, una de las beneficiadas, y recordó las penurias del campesinado cubano antes del primero de enero de 1959, con el desalojo como amenaza constante.
Todavía no han hecho la mudanza y ya Maryuris, sus dos hijos y el esposo disfrutan el cambio: “Nuestra casa estaba en mal estado. Vivíamos en Gastón, muy alejados de la carretera y de los servicios médicos que necesitan los muchachos. Uno padece una enfermedad inmunológica y el otro de diabetes.” Ahora están más tranquilos, porque les quedan muy cerca el consultorio del Médico y la Enfermera de la Familia y el policlínico municipal.
La casa tiene paredes de mampostería, techo de vigueta y piso de cemento. Se sentirán más cómodos en los dos cuartos, la sala comedor, el baño sanitario interior, la cocina con meseta azulejada, acueducto, alcantarillado y un sistema de recolección de agua lluvia, a tono con las exigencias que supone las sequías padecidas por el territorio.
Según refirió Héctor Rodríguez Espinosa, director de Vivienda en la provincia, aquí esta es la primera entrega a las que seguirán otras dos moradas en fase final de construcción.
El directivo explicó que el proyecto incluye, en una segunda etapa, la edificación de otros 52 inmuebles, de los cuales 15 serán acometidos este año como parte del amplio programa diseñado por el Estado cubano para atender los problemas habitacionales.
Dijo que en la construcción se aplican técnicas alternativas con la mayoría de los materiales producidos en la propia localidad y que son de tres tipologías, distinguidas por las cubiertas empleadas: zinc, bóvedas y viguetas.
La nueva comunidad se erige en un área próxima a la cabecera municipal, y dispone de aceras, contenes, alumbrado y teléfono de usos públicos, bodega, cafetería y mercado de productos agropecuarios, que hacen sentir satisfacción a sus 52 moradores.
Más allá de Blanca Rosa
Esas vivencias se multiplican en los ocho municipios de la provincia, donde diferentes polos constructivos generan bienestar a familias damnificadas por eventos meteorológicos, a combatientes de la Revolución y a personas requeridas de asistencia social, entre otras categorías que son priorizadas en estas entregas.
Según informó Rodríguez Espinosa en Las Tunas fueron construidas en el año que concluye 727 viviendas utilizando estas modalidades que propician el uso de materiales locales, una iniciativa que ya fructifica con la obtención de recursos locales y la participación de los beneficiados asesorados técnicamente por especialistas del sector.
Esta es solo una muestra de la vocación humanista y dadora de la Revolución, que trasciende las fronteras nacionales y cuya sostenibilidad requiere de aportes concretos de cada ciudadano, pensando como país, uno de los más recientes reclamos del presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.