Los 60 años de Islas

Islas, revista de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas (UCLV),   considerada una de las publicaciones académicas cubanas de las Ciencias Sociales y Humanísticas, fundada por Samuel Feijóo en 1958,  cumplió 60 años de existencia.

Un claustro solemne de la Facultad de Humanidades reconoció la labor de esta publicación para la cultura cubana. Estuvo presidido por la Dr.Sc. Juana Elena Fragoso Ávila, vicerrectora de la institución y el máster Nosley Pérez Castellano, decano de la facultad. Asistieron profesores, estudiantes y miembros del Consejo de Redacción de la publicación.

En la ceremonia fue reconocida la valiosísima labor de su creador; el escritor e intelectual cubano Samuel Feijóo (1914-1992). Como toda la obra de Feijóo, Islas es muy cubana. Desde su nacimiento, al decir de Virgilio López Lemus, es una revista  singular, donde aparecieron editoriales y discursos de sus rectores, de dirigentes políticos, sucesos de la universidad en esos primeros años de la Revolución; y también hubo cabida para magníficos artículos sobre literatura y pintura de lo mejor de la intelectualidad cubana y del mundo, así como sobre decimistas y pintores populares.

Entre los números más importantes, posteriores a los  editados por Feijóo, están los dedicados a Marta Abreu y las construcciones arquitectónicas santaclareñas, al aniversario 500 de la fundación de Remedios, a los escritores Carlos Galindo Lena, Cintio Vitier, Nicolás Guillén, Soler Puig y, más recientemente, otro sobre René Batista.

Ha recibido diferentes distinciones y reconocimientos, entre ellos la Orden Por la Cultura Nacional en 1982.

El Dr.Sc. Juan Virgilio López Palacios, Héroe del Trabajo de la República de Cuba y Doctor Honoris Causa de la UCLV, en las palabras centrales del claustro recomendó a los estudiantes consultarla, en especial el número dedicado al 50 aniversario de su instauración y el destinado al Doctor Gaspar Jorge García Galló.

Fueron estimulados por la dedicación a esta publicación varios trabajadores, entre ellos María Elena Díaz Gámez, Estrella Pardo, Maricela Valdés, Mayren Pérez.  De forma especial fue reconocida la labor de Roberto Suárez Yera, a cargo de la diagramación de la revista por más una década, y Miriam Artiles Castro, por su labor en el Consejo de Redacción durante más de treinta años.

De igual manera fue distinguido el Dr. Francisco Rodriguez Alemán, integrante de su primer Consejo de Dirección, así como los doctores Juan Virgilio López Palacio, Gema  Mestre, Gema Valdés, Luis Alfaro, Arnaldo Toledo, Mercedes Garcés, Manuel Martínez Casanova, Joaquín Alonso, Edgar Romero, Rafael Plá. De forma especial fue elogiada la labor de los doctores Ordenel Heredia y Pablo Guadarrama. Además, incluyó el reconocimiento a los profesores Marilé Ruiz Prado, Roxana Peña y a la Master Aliney Santos Gallardo, su actual directora.

La edición del 60 aniversario

Islas 191 está dedicada al aniversario 60 de la fundación de esta publicación. La misma consta de una presentación de su directora, en la que reconoce la cubanía, los anhelos que inspiraron su creación y cómo fue esparciendo luz desde el centro de Cuba, en la que considera la publicación digna preservadora de la memoria histórica de la Universidad Central y a este número como plural.

El número Islas 191 presenta dos trabajos sobre el quehacer de la propia publicación: uno de Vladimir Gutiérrez Gómez y otro dedicado a la temática filológica de sus páginas que firman Aliney Santos y Yaima Triana Martínez.

Se incluyen textos dedicados a la identidad cultural como el titulado Órdenes  reales y prácticas locales: el Castillo de San Severino de Matanzas y la dinámica colonial (1683-1698), de Johanset Orihuela Ricardo Viera y Odlanyer Hernández,  así como Cuatro poetas de color en la crítica literaria publicada por la prensa  colonial de Santiago de Cuba, de Iván Grajales y Yessy Villavicencio y Para pensar la cultura en cubano, de Iván Mora.

Significativo es el artículo de Dailenys Rodríguez Fernández sobre el rescate del patrimonio en el desarrollo de la cultura local de Santa Clara, y sobresaliente  el acercamiento que el Dr. Pablo Guadarrama hace al intelectual cubano Alejo Carpentier desde la autenticidad latinoamericana, además de otros trabajos lingüísticos.

Fiel a la concepción feijosiana, que desde sus inicios incluyó discursos y otros  documentos en sus ediciones, esta vez se rescatan las excelentes y sentidas palabras del Dr. Félix Julio Alfonso en el acto solemne por el aniversario 65 de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas.

Aniley  Santos, directora,  consideró que Islas tiene el reto de  postularse en las principales bases de datos de las ciencias humanísticas y sociales a nivel internacional, lo que  deriva en un mejor posicionamiento, además de mantener la sistematicidad de sus ediciones.

Islas es patrimonio de la cultura nacional, en sus páginas han fluidos los temas literarios, históricos, lingüísticos, filosóficos, artísticos, etnológicos y folclóricos, desde los cuales se logra el intercambio cultural, científico y académico de la UCLV con numerosas instituciones cubanas y extranjeras.

Miriam, trabajadora insigne de la Revista

Miriam Artiles Castro recuerda el día en que tuvo que hacer las primeras correcciones, y el papel con el sistema de símbolos que se usaba para trabajar el texto: suprimir, añadir, cambiar letras, dar espacio… “en aquellos tiempos nada era como ahora que se da edición a los alumnos en pregrado, que existen maestrías, diplomados, se preparan doctorados en edición”, apuntó.

“Sin pretenderlo, entré en el mundo de la edición, que desconocía y que me apasionó, desde entonces me ha hecho feliz. Tuve también la posibilidad de graduarme de la primera maestría en edición que se ofreció en el país, aquí en Santa Clara”, aclaró.

Desde 1983, año en que se gradúa como filóloga en la UCLV se incorpora a laborar en el Centro de Documentación Científico-Técnica (CDICT) de la Universidad y tiene como responsabilidad encargarse de la revista Islas.

“Hubo tiempos difíciles, sobre todo los noventa. A las revistas nuestras se le hacían aquí corrección de estilo, pero se procesaban en La Habana, en Mazón y San Miguel, desde donde nos enviaban las galeras y las planas para su revisión. Allí las emplanaban y estaban los diseñadores, había que viajar a La Habana, defender en las reuniones que hacía mensualmente el Ministerio de Educación Superior para ver cómo distribuir el presupuesto, los insumos, el papel, entre todas las revistas universitarias del país”, explicó.

“En esa época no existían las computadoras, la Universidad logró comprar dos máquinas de escribir eléctricas de avanzada, que llevaban unas piñas, eran unos aditamentos circulares metálicos que se cambiaban, cada uno traía un tipo de letras, símbolos, así poníamos las cursivas, las letras griegas. Se me orientó no solo revisar Islas, sino las otras revistas que se hacían en la Universidad, para ganar ese tiempo que se perdía en galeras primero y planas después, de allá hacia acá y viceversa. Todo cambió, ahora hay computadoras, cursos de edición, han mejorado los insumos, el MES sigue apoyando sus revistas, son tiempos magníficos comparados con aquellos.

“Todo era empeño: gestionar recursos, organizar el trabajo para que salieran en tiempo,  buscar la impresión en el poligráfico provincial. Recuerdo  que supe que Abel Prieto, siendo presidente de la UNEAC, había ofrecido una ayuda de 1000 CUC para las revistas culturales, y yo quejándome por la falta que hacían para Islas. Y se me ocurre, ¿y si yo hablo con Abel? Así lo hice, hablé con Abel, quien llamó a otro hombre y le dijo que autorizara el dinero.

“De pronto regresa el hombre y me dice: ¿Usted trajo el contravalor? Creo que fue mi cara de estupor lo que me salvó, Abel dijo: dale el dinero a la muchacha de Islas, eso lo resolvemos después. Le dejé varios números de la revista y fue para mí una gran alegría la carta que envió Abel Prieto en el aniversario 40 de la revista diciendo lo que había disfrutado leyendo Islas y el valor que tenía para la cultura nacional”.