El Consejo Nacional de la CTC apoya unánimemente la declaración del Ministerio de Salud Pública que dio por terminada la participación cubana en el Programa Más Médicos de Brasil.
Por estos días una representación del movimiento sindical ha estado presente en cada llegada de los vuelos donde retornan a la patria los integrantes del invencible ejército de batas blancas, quienes traen en sus corazones el dolor de los pacientes que ahora se ven privados de la atención esmerada, el contacto humano y el cariño con que han sido tratados, algunos por primera vez en sus vidas.
Esta colaboración cubana que se extendió durante cinco años, a partir de la iniciativa de la expresidenta del Gigante Suramericano Dilma Rousseff, propició que por primera vez más de 700 municipios tuvieran un médico; médico cubano.
No obstante esta noble labor por la salud de los pobladores más desfavorecidos de esa nación, se ha visto interrumpida por la actitud despectiva y amenazante del presidente electo de Brasil Jair Bolsonaro, quien ha cuestionado la profesionalidad de nuestros médicos, reconocida no solo internacionalmente sino por sus propios conciudadanos.
Los galenos cubanos han ganado la admiración del mundo por su contribución a la salud durante 55 años en 164 naciones, a veces en condiciones de gran riesgo como lo hicieron en la lucha contra el ébola en África y el cólera en Haití.
Algunos de los que laboraron en Brasil acumulaban experiencia de más de una misión y tenían más de una especialidad. ¿Cómo entonces cuestionar su preparación e imponerles condiciones inaceptables para continuar en suelo brasileño?
Bolsonaro no piensa en las personas de menos recursos que ahora carecerán de un servicio que la inmensa mayoría de ellos está imposibilitada de pagar. El presidente electo no tiene derecho a jugar con la vida de su pueblo.
Esta declaración convoca a los amigos en todas partes del orbe a desenmascarar tan sucia maniobra que pretende desacreditar y desprestigiar a la salud pública cubana y los exhorta a difundir por todas las vías comunicacionales posibles la labor que durante décadas ha desplegado Cuba en este campo y particularmente la actuación de sus galenos en Brasil.
No hay oro del mundo que pague años de labor en condiciones difíciles, alejados de la familia, ni que compre el altruismo, la generosidad y la laboriosidad demostrados por nuestros trabajadores en cada una de las misiones cumplidas a lo largo de más de cinco décadas. Son esos galenos que tocan a los pacientes, les miran a los ojos, les echan el brazo sobre los hombros, conviven con ellos, se preocupan por sus vidas. Su recompensa mayor son las existencias salvadas, las sonrisas de quienes gracias a ellos han sentido alivio o solución a sus dolencias.
Hoy reciben en la patria el reconocimiento de su pueblo que los acoge de nuevo entre sus brazos, orgulloso de su desempeño.
A ese abrazo se suma la Central de Trabajadores de Cuba.