Por: Agustín Borrego
Varios años han pasado desde que te convertiste en luz y modelo del hombre nuevo.
Tus asesinos creyeron que con tu muerte, borrarían el ejemplo de soldado incansable, precursor de un mundo mejor.
Hoy estás presente en todos lados; en las escuelas, en las marchas de los pueblos que luchan y resisten, en el trabajo creador de nuestros compatriotas.
Eres la guía a seguir. Bajo tus bandera avanza esta Cuba Socialista, dispuesta a resistir y con su esfuerzo de día a día crear un Socialismo más próspero y sostenible.