En la Conferencia Provincial de la CTC en Cienfuegos, Ulises Guilarte De Nacimiento, miembro del Buró Político del Partido y secretario general de la CTC, al abordar el tema del control interno, enfatizó que falta combatividad y efectividad del movimiento sindical. “Nos quedamos mucho en la exhortación, en la consigna, y no intensificamos la combatividad”.
Retomar ese tema no significa, en modo alguno, “llover sobre mojado”, pues resulta evidente que para hacerlo efectivo y fortalecerlo se requiere de mayores acciones, de una actitud más comprometida y de un ejercicio de conciencia y responsabilidad, como subrayó Gladys Bejerano Portela, contralora general de la República.
Reiteradamente se ha insistido en su importancia para evitar, a tiempo y con la prevención correspondiente, la ocurrencia de hechos delictivos o de corrupción, desvíos de recursos e indisciplinas que traen muy malas consecuencias.
Las herramientas para ejercerlo existen y están al alcance de todos. Se cuenta hasta con una guía minuciosamente elaborada para materializarlo como es debido. ¿Qué sucede entonces? ¿Por qué se comprueba con tanta frecuencia que hay centros en los que no predomina un ambiente de control?
La respuesta se reitera: falta responsabilidad y conciencia, porque tan esencial tarea se deja a un lado, por razones no justificadas, como la de una excesiva ocupación por cumplir los planes de producción o garantizar los servicios, lo que resulta necesario, pero debe estar aparejada al examen diario del estado de los recursos, máxime en aquellos lugares denominados vulnerables, o donde laboran con materiales altamente requeridos, como los de la construcción, alimentarios, etcétera.
La Contralora General ha afirmado además, que “no hay espacio para la impunidad”, y no puede haberlo, pues el país garantiza materias primas y otros renglones para la producción y los servicios con un altísimo costo financiero. En el mercado internacional los precios suben cada vez más y rara vez disminuyen. Y como afirma el estribillo de una popular canción: “Lo ajeno se deja quieto”.
En cada ocasión que se realiza la Comprobación Nacional al Control Interno, para la cual es escogido un número determinado de entidades, siempre con incidencia medular en programas económicos priorizados, se detectan cifras elevadas de afectaciones monetarias causadas por irregularidades que pudieron evitarse de haber existido el control debido, y también presuntos hechos delictivos en cuantías notables. Por otra parte, la cantidad de auditorías y acciones externas de control con calificaciones de Deficiente o Mal es considerable.
Precisamente, desde el pasado jueves y hasta el 12 de diciembre se efectuará la XIII Comprobación, dirigida fundamentalmente al cumplimiento de las normativas relacionadas con el sistema empresarial estatal cubano, y al uso y control de los inventarios.
Tan cardinal asunto se deja en muchos centros solo en manos de los equipos económico-contables. Si bien es cierto que estos tienen una gran responsabilidad en el registro, chequeo y alerta oportuna, concierne a todos, sin excepción, preocuparse y ocuparse de que exista el control debido y se chequee su estado con periodicidad.
Existen colectivos en los que el control interno no ha sido valorado durante el año, ni en los consejos de dirección ni en las asambleas de afiliados y trabajadores. Eso resulta inadmisible, pues le corresponde a cada quien evaluar qué se hace con los equipos, los recursos y las materias primas y materiales disponibles. En ese sentido, las direcciones política, administrativa y sindical desempeñan un papel primordial.
Sobrados son los argumentos para resaltar la significación real del control interno. Su adecuada aplicación permite reducir los riesgos de corrupción; lograr los objetivos y metas establecidos; promover el desarrollo organizacional; lograr mayor eficiencia, eficacia y transparencia en las operaciones; asegurar el cumplimiento del marco normativo; proteger los recursos y bienes del Estado y su adecuado uso; contar con información confiable y oportuna; fomentar la práctica de valores; y propiciar la rendición de cuenta de los funcionarios por la misión y objetivos encargados, y el uso de los bienes y recursos asignados.
La Contralora General de la República afirmó también: “La acción de control es mucho más que un informe con una lista de problemas con el propósito de hacer ajustes de cuenta a alguien; se trata de profundizar en los problemas, sobre todo para ayudar a la gente honesta”. Entonces, como es lógico, debe primar la conciencia y la responsabilidad.
Acerca del autor
Graduado de Profesor de Educación General en el Instituto Superior Pedagógico Félix Varela, de Villa Clara, Cuba (1979). Ha laborado en la Revista Juventud Técnica, semanario En Guardia, órgano del Ejército Central, periódicos Escambray, CINCO de Septiembre y Granma. Desde el año 2007 es corresponsal de Trabajadores en la provincia de Cienfuegos. Está especializado en temas económicos y agropecuarios. En 1999 acompañó en funciones periodísticas a la segunda Brigada Médica Cubana que llegó a Honduras después del paso del huracán Mitch. Publicó el libro Verdades sin puerto (Editorial cubana MECENAS). Ha estado en otras tres ocasiones en esa nación centroamericana, en funciones periodísticas, impartiendo conferencias a estudiantes universitarios, asesorando medios de comunicación e impartiendo cursos-talleres sobre actualización periodística a periodistas y comunicadores. Multipremiado en premios y concursos internacionales, nacionales y provinciales de Periodismo. Fue merecedor del Premio Provincial Periodístico Manuel Hurtado del Valle (Cienfuegos) por la Obra de la Vida – 2012. Le fue conferido el Sello de Laureado, otorgado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Cultura (SNTC). Mantiene evaluación profesional de Excepcional.
Son múltiples y muy complejos los factores que intervienen en la formación de la conciencia y en el desarrollo de una cultura Económica general entre los sujetos que obran en las entidades productivas y que debe verse como resultado en el llamado sentido de pertenencia, ese sentimiento de poseedores colectivos de los bienes y recursos que creamos y con los que trabajamos y que no acaba de consolidarse. El protagonismo del trabajador, más que inducirlo hay que legislarlo. Y darle un sentido real a sus facultades. Pero para ello se debe de reconvertir las formulas, Haciéndolas más eficaces para incrementar la productividad del trabajo, la eficiencia empresarial y los ingresos de los verdaderos dueños de los medios de producción que en definitiva son los que trabajan para la sociedad, de forma general. Las dificultades latentes en nuestra economía poco desarrollada, agravadas por el impacto del bloqueo, son una barrera importante a la producción. Sin embargo el tema medular radica en distribuir y redistribuir mejor de acuerdo al principio socialista de cada cual según su capacidad, a cada cual según su trabajo. Hay algo que se debe de tener en cuenta por los analistas. Para poder entender ¿por qué estamos estancados en el mismo dilema?, cuando culpamos al bloqueo o al descontrol sobre la no recuperación de la Economía, para ello hay que comprender primero y ante todo que el hombre trabaja por una necesidad elemental de satisfacer sus necesidades, por tanto en todo este fenómeno social, el dinero es determinante y precisamente, el salario como remuneración, está congelado, su crecimiento no va a la par de las otras medidas introducidas e inequívocamente se ha condicionado su aumento al crecimiento de la productividad y esta a su vez se ve afectada por la inestabilidad financiera que tiene el país, razón por la cual se hacen recortes a la inversión y a la compra de materias primas, con el lógico deterioro de la producción. Esta tendencia lleva a la creencia de que lo planificado no se cumple porque algo salió mal, y lo justificamos con los males que hoy persisten en el actuar colectivo e individual del hombre como sujeto fundamental. Sin percatarnos que en realidad es el resultado de la toma de decisiones en momentos coyunturales. Por tanto para acelerar la economía hay que encontrar financiamiento exterior. Y desarrollar las opciones que disminuyan la recuperación de las inversiones. Por otra parte se debe de replantear las estructuras de Dirección pues existe una divergencia, entre las diferentes áreas que hoy las componen y fundamentalmente las áreas económicas contable, las cuales han perdido su papel protagónico, no porque no sepamos ejercerlos ,muy por el contrario limitados en esencia por decisiones Globales ,antaño las estructura de mando en todas las organizaciones productivas se componían de un Director y un Vicedirector Económico con una subordinación de subdirectores en el resto de las áreas esto daba una mayor facultad a quienes en definitiva ejercían el control y sus fundamentos eran de respetar , existiendo hasta el derecho al veto de las decisiones incorrectas del director o una parte del consejo de Dirección. Las diferencias entre el Director Económico y el Director se le daba tratamiento por el decreto ley 75, el cual hoy no existe o al menos no aparece en la legislación disponible. De igual forma el tratamiento salarial y atención material a los contadores, auditores y personal adjunto a estas Direcciones quedaron en el camino. Por eso hoy hablamos de una profesión salvable si se revisa todo estos elementos que sabemos se conocen, porque se han señalado. Profesión que es determinante en el control interno y en lograr la eficiencia y la eficacia que demanda el país al intervenir en todos los procesos. Profesión que hoy ve migrar a sus mejores exponentes en busca de mejores salarios o se trasladan a otras áreas, para encontrar tranquilidad, pues los que convergen en el descontrol nos responsabilizan una vez hecho público por una auditoria.
Por último Hay cientos de ejemplos de la honradez que nos ha caracterizado, como también existen experiencias que demuestran que la disciplina es la rectora de toda sociedad, en este sentido se debe de trabajar en la capacitación de los Directivos a todos los niveles. Para ser Director de una Empresa debe de tener cultura integral y al menos saber cuáles son las áreas de resultado clave. A las que hay que atender y priorizar, pero para ello debe de existir legislación que contemple este accionar. Par no caer en lo cíclico de la sinrazón de la razón. Nos Mantenemos en Contactos
«Por un accionar superior en pensamiento y acción».
SIEMPRE LA VERDAD
A propósito de la constancia de problemas que se presentan aquí y que pueden en algún momento llevarnos a una conducta neurótica y hasta paranoide y/o psicótica, voy a intentar deslizarme por un tema que puede ayudar a muchos a continuar batallando.
Para definir la conducta neurótica, Freud usaba una imagen que retrata bien lo que quiero decir. Imagínate condenado a disimular tu verdadera inclinación hacia algo.
Supón que, porque «te conviene», debes vivir adulando a un jefe gritón; imagínate que, porque así lo decidieron tus padres, te ves forzado a estudiar una carrera universitaria que no te agrada; ponte en el lugar de alguien que no tiene otra alternativa que compartir gran parte de su vida junto a una persona con quien tiene afinidad cero…
Digamos ahora que para poder llevar adelante la situación y no pagar los costos de mostrar lo que te pasa realmente, tú decides esconder tus verdaderos sentimientos en un barril de madera y clavar después la tapa. Como en este imaginario no puedes darte el lujo de dejar entrever que has escondido algo en el barril, decides esconderlo hundiéndolo bajo el agua. En esta situación deberás estar pendiente todo el tiempo de mantener oculto el barril, porque si no lo sostienes activamente, empujándolo hacia el fondo, saldrá a flote y quedará expuesto a la vista de todos.
Tal vez no te parezca demasiado esfuerzo mantenerlo allí, comparado con el beneficio que obtienes o el perjuicio que evitas, pero piensa… No puedes alejarte del lugar, no puedes descuidarte, no puedes descansar, no puedes más que resignarte a esa condena de alguna manera autoelegida.
Mantener una apariencia funciona de la misma forma. La energía que gastas en ocultar la verdad no puedes utilizarla en vivir tu vida, y mucho menos en ser feliz. Ese desgaste es la puerta al malestar crónico de la insatisfacción, y esta puerta es siempre el acceso a alguna conducta tóxica o autodestructiva que muchas veces toma la forma de una enfermedad (física o psíquica) que puede aparecer a través de una brutal explosión, incomprensible para todos.
Después de lo dicho, no es difícil comprender que el camino espiritual, una ruta diseñada para conducirnos a nuestra esencia, puede actuar como remedio y hasta como profilaxis de estos procesos. Mantener la salud es muy difícil cuando vivimos sin autenticidad, y ya que eso es imposible en el plano espiritual, el alma que se acepta y se expande mientras avanza, se sana mientras vamos abandonando, una tras otra, las poses ficticias y los roles mentirosos*.
*Los datos fueron tomados de la red alergia