Un nuevo informe de Naciones Unidas advierte sobre el nexo entre el cambio climático y la mayor frecuencia de desastres naturales, el creciente impacto de estos fenómenos en la economía de los países y cómo perjudica principalmente a las naciones más pobres.
El estudio destaca que las pérdidas económicas mundiales ocasionadas por los fenómenos naturales relacionados con el clima han aumentado dramáticamente en los últimos 20 años en más del 150 % respecto a similar período anterior.
Los elocuentes datos aparecen contenidos en el informe Pérdidas económicas, pobreza y desastres 1998-2017, divulgado este 10 de octubre por la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (Unisdr).
Según el reporte, en el período comprendido del 1998 al 2017, los desastres naturales de diverso origen provocaron pérdidas económicas por valor de 2,9 billones (millones de millones) de dólares, de los cuales corresponden 2,24 billones a los ocasionados por los fenómenos meteorológicos extremos, monto equivalente al 77 % del total.
Las cifras atribuidas a los fenómenos meteorológicos representan un aumento del 151 % en comparación con los 895 mil millones de dólares en pérdidas registradas por igual causa del 1978 al 1997, inédito incremento que fue calificado como un “aumento espectacular” por la Unisdr.
Añade el informe que durante el período 1998-2017 fallecieron debido a los desastres 1,3 millones de personas y otras cuatro mil 400 millones resultaron lesionadas, perdieron su hogar, necesitaron ayuda de emergencia o tuvieron que desplazarse hacia otros lugares.
Las inundaciones y las tormentas fueron los desastres naturales que ocurrieron con mayor frecuencia y causaron más impacto sobre la población y la economía, aunque fueron los fenómenos sísmicos los que cobraron el mayor número de víctimas fatales, con más de 747 mil fallecidos.
También se resalta que las personas más vulnerables en los países de economías medias y bajas son quienes sufren de manera desproporcionada las consecuencias de los desastres.
En el documento, divulgado en ocasión de conmemorarse el 13 de octubre el Día Internacional para la Reducción de los Desastres, se subraya la necesidad de invertir en la reducción del riesgo de estos nefastos sucesos, como una condición necesaria para desarrollarse de forma sostenible ante el clima variable que impacta al planeta.
“Si no se aborda el tema de manera frontal, urgente y colectiva, se van a generar potencialmente mayores pérdidas en el futuro”, sentenciaron directivos de Unisdr durante la presentación del informe en Ginebra.