Un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) alerta que para el año 2050 el cambio climático habrá alterado la productividad de muchas de las pesquerías marinas y de agua dulce del planeta, afectando la disponibilidad de alimentos y los medios de subsistencia de casi 60 millones de las personas más pobres del mundo.
El extenso informe Impactos del cambio climático en la pesca y la acuicultura, contiene análisis e información a nivel mundial, regional y nacional, y supone la publicación más completa elaborada hasta el presente sobre el cambio climático y la pesca, según opinaron expertos de la FAO.
El informe advierte que se verá afectado el potencial productivo de la pesca tanto en los sistemas de aguas continentales del planeta así como en las aguas interiores y en las zonas económicas marinas exclusivas que se extienden hasta 200 millas náuticas adyacentes a los Estados costeros sobre las que los Estados tienen derechos especiales de explotación.
Las consecuencias están relacionadas con cambios en la temperatura del agua, los niveles de pH y los patrones de circulación oceánica; con el aumento del nivel del mar; y con pautas alteradas de lluvias y tormentas que harán que las especies cambien su distribución y productividad, los corales se decoloren y haya mayor frecuencia de enfermedades acuáticas.
El documento ofrece herramientas y opciones para ayudar a los países a hacer frente a esta situación, de modo que también les permita cumplir con sus compromisos de adaptación en base al Acuerdo de París, adoptado por Naciones Unidas en el 2015 para enfrentar el trastorno climático global en curso. Los expertos afirman que si se implementan estas medidas adecuadamente, los impactos del cambio climático pueden minimizarse.
“La inclusión de medidas de adaptación en la pesca y la acuicultura se ve obstaculizada actualmente —advirtió el Director General de la FAO, José Graziano da Silva—, por la falta de análisis específicos sobre la vulnerabilidad del sector al cambio climático, así como de las oportunidades y respuestas disponibles”.
“Este estudio —aseveró— ayudará a los países a fortalecer la resiliencia de las comunidades dependientes de la pesca y la acuicultura ante el cambio climático y los eventos extremos, que es un elemento fundamental para lograr el desarrollo sostenible sin dejar a nadie atrás”.