Cargando...Por Elaine Caballero Sabugueiro e Ivania Williams Carballo, estudiante de Periodismo
En el año 2007, por iniciativa del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, se creó el programa de bandas de conciertos municipales y provinciales, que pertenecerían a la Empresa Comercializadora de la Música y los Espectáculos Ignacio Piñeiro, para que los jóvenes talentos de diversas localidades entregaran su arte al mundo.
Con los años el proyecto ha dado excelentes frutos con acciones de gran magnitud. Una de estas resultó en el desfile por el 10 de mayo del 2018, cuando músicos de esas agrupaciones de la capital integraron la orquesta que acompañó a los trabajadores en su día. Por su labor el Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Cultura (SNTC) les entregó un reconocimiento (diploma y una bandera cubana) a nueve bandas de distintos municipios de la ciudad y a la banda provincial de La Habana.
La actividad se realizó el pasado 14 de junio, justo cuando dos hombres imprescindibles de este país, Antonio Maceo y Ernesto Guevara, nacieron en tiempos y regiones diferentes, con el designio de dejar huellas imborrables en la historia patria.
En su intervención, Nereyda López Labrada, secretaria general del SNTC, rememoró la impronta del poeta de la Generación del Centenario, Raúl Gómez García, quien en camino al asalto al Cuartel Moncada declamó el poema Ya estamos en combate, como símbolo de un pueblo dispuesto a conquistar su soberanía.
“Aquí estamos el ejército de la cultura para decir un sí por Cuba. En nombre de la dirección administrativa y del sindicato queremos felicitarlos por su disposición y dedicación en los ensayos”, puntualizó López Labrada.
La clarinetista Arletys Blanco Benítez comentó a Trabajadores la trascendencia de participar en un acto como este. “Me sentí orgullosa, gracias a mi país pude tener una experiencia, necesaria para mi formación”, aseveró.
La ocasión fue también oportuna para celebrar el aniversario 40 de la empresa Ignacio Piñeiro, institución con un catálogo relevante de artistas, que abre sus puertas a las nuevas generaciones y consolida el patrimonio sonoro insular; uno de sus principales desafíos en los tiempos actuales, marcados por la hegemonía y la preferencia de géneros musicales que no siempre muestran lo mejor de la música nacional.
El cierre estuvo matizado por la música del Septeto Habanero con populares temas de su repertorio.
