Cargando...Despertar la creatividad; seducir desde las emociones; abrazar, amar e incluir, a eso y más llamó el académico e investigador Orlando Terré Camacho, presidente de la Asociación Mundial de Educación Especial, durante la primera edición del Congreso Internacional Ciencia y Educación que se desarrolla en el Palacio de Convenciones de La Habana, bajo el lema de Investigar e Innovar. Agenda 2030.
En una brillante conferencia sobre las competencias y las capacidades de los educadores para la inclusión educativa, Terré subrayó que esta tiene el propósito de garantizar la educación para todos y minimizar la brecha de desigualdades sociales.
Y para ello es necesario lograr cambios en la forma de pensar del profesional y la sociedad; en el escenario de formación profesional y en las dimensiones, perfil y competencias profesionales.
“Solo a través de prácticas inclusivas, transformamos los ambientes, transformamos las creencias y sobre todo nos transformamos a nosotros mismos”.
Quien fuera maestro por vocación expresó que los buenos docentes para la inclusión son aquellos que conocen las materias que enseñan y saben cómo enseñarlas; gestionan y monitorean el aprendizaje estudiantil; reflexionan con los alumnos sobre sus prácticas; aprenden de sus experiencias y de las de sus colegas e integran comunidades de aprendizajes.
Comentó un estudio de la Unesco sobre tres cosas que hacen los mejores sistemas educativos: consiguen a los mejores candidatos para ejercer la docencia; impulsan el desarrollo profesional de maestros y profesores, y garantizan mecanismos adecuados de apoyo al docente en su tarea.
Se refirió a los resultados de una investigación que realizó en 10 países al azar el Consejo Mundial de Académicos e Investigadores Universitario (COMAU) el cual identificó las competencias profesionales que identifican a un profesional inclusivo y humanista.
Un docente audaz y proactivo, comunicativo, que ayuda y pide ayuda, creativo, que utiliza la tecnología en función del desarrollo, son algunas de ellas. “En fin que entienda los nuevos tiempos y las actuales generaciones”.
En este congreso internacional —tiene lugar del 11 al 15 de junio— participan unos 300 delegados, de ellos 100 extranjeros de unos siete países.
Es un espacio para reflexionar sobre el papel de la ciencia en la solución de las principales problemáticas pedagógicas que enfrentan los países para promover la integración y aunar esfuerzos en aras del cumplimiento de las metas de la Agenda 2030.
