Cargando...“Una cosa es el plan y otra la realidad”, sentenció Fidel Oduardo Morales, secretario general de la sección sindical en la Dirección de Ferrocarriles en Las Tunas, en la Conferencia Municipal XXI Congreso de la CTC, para ilustrar cómo andan las cosas en el establecimiento y las expectativas e inconformidades de los afiliados que representa.
Según relató, el principal cliente de su unidad empresarial de base es Azcuba, porque el 70 % de las cargas que operan: caña, azúcar y miel corresponden a este organismo, cuyas producciones estuvieron afectadas por las persistentes lluvias, que provocaron la paralización de la zafra.
“Por ese concepto perdimos 1 millón 860 mil pesos. A los azucareros les reajustaron el plan, pero a nosotros no; y, aunque tenemos utilidades superiores al millón 377 mil pesos, esos resultados no se reflejan en los ingresos, pues desde enero se paga el salario escala”, señaló Fidel Oduardo.
Fustigó la falta de respuesta a los reclamos del colectivo y así develó uno de los problemas que afectan la imagen del sindicato como organización ante sus afiliados, a pesar de los insistentes llamados a mejorar la comunicación institucional, la atención a las quejas y la búsqueda de alternativas de solución a los planteamientos de los trabajadores.
Está claro que las organizaciones sindicales tienen la misión de exigir a las administraciones una mayor agilidad para responder y estas últimas, en tanto afiliados también y cuya dirección ejercen en nombre de los trabajadores, están obligadas ética y legalmente a mantener informados a los colectivos laborales, un asignatura todavía pendiente en muchos casos.
Arturo Rodríguez Font, secretario general del Sindicato Nacional d Industrias, enfatizó que los trabajadores son los pilares de la Revolución y que en estos momentos de dificultades económicas y financieras agudizadas por el boqueo de los Estados Unidos y el impacto del cambio climático la clase trabajadora está llamada a mayores aportes, muy difícil de lograr sin un buen funcionamiento orgánico.
Hubo consenso en torno a la importancia de la historia como baluarte del trabajo político-ideológico y de aplicar herramientas de la ciencia en la dirección para planificar el funcionamiento.
También valoraron el papel de los innovadores y racionalizadores en las condiciones actuales para enfrentar la obsolescencia tecnológica y que nuestras industrias continúen produciendo con énfasis en la sustitución de importaciones y en aumento de los rubros exportables.
En la reunión fue electo el nuevo comité municipal y su secretariado, el cual ratificó a Bayolet Salazar Guerra en el cargo de secretaria general.
