Su andar es lento, no únicamente porque “le pese la edad”, sino porque lleva dentro, hace 15 años, la tristeza por la injusticia.
El remediano Andrés García Pérez, con sus cerca de ocho décadas a cuestas, defiende la causa de los Cinco y lo hace de una manera particular.
Este hombre para andar se auxilia de un bastón, el que hoy está adornado con un lazo amarillo. Es su sostén, desde que él decidió unirse al reclamo de René y defender a Ramón, Gerardo, Fernando y Antonio, los cubanos prisioneros en cárceles norteamericanas por combatir el terrorismo.
Este humilde anciano exige en silencio que cese el encierro. Su rostro expresa angustia y mucho amor. En sus ojos es perceptible que tiene energía para reclamar que sean liberados y vuelvan a la Patria esos hombres que son ejemplo de la dignidad y la resistencia del cubano.
Asegura Andrés que muchas veces con un fusil defendió la Revolución, otras tuvo como arma la mocha de las históricas las zafras o el lápiz y la cuartilla de la alfabetización…
Ahora, aunque la fuerza física no es la misma, la moral está intacta, y con su apoyo defiende a los Héroes cubanos. Y dice más, pues asegura tener fuerzas para de un bastonazo espantar la injusticia.