“Cuba tuvo, tiene y tendrá siempre amigos en Estados Unidos”, afirmó este domingo el intelectual, político, ensayista, e historiador de La Habana Eusebio Leal Spengler minutos antes de iniciarse el concierto de gratitud a Holly Block (1957-2017), una de las principales impulsoras del proyecto de replicar y emplazar en La Habana la escultura ecuestre neoyorkina de José Martí.
“Cuando cese la retórica que impone la ruptura y el distanciamiento, aparecerán nombres”, pronosticó Leal y se recordarán entonces a aquellos “mambises norteamericanos” que se unieron al Ejército Libertador y lucharon contra el colonialismo español.
Ellos “tuvieron en Henry Reeve a su máximo exponente”, dijo al auditorio de la Basílica Menor del Convento San Francisco de Asís, reunido para disfrutar de la propuesta musical de Zenaida Romeu y su ensemble de cuerdas, Camerata Romeu.
“El esfuerzo de Holly no fue inútil. Ella trabajó con pasión, con su bella sonrisa y buen carácter, en un sueño que nos tomó más de 20 años”, rememoró Leal, quien además mencionó algunos de los hitos de la obra martiana que confirman el profundo conocimiento que tuvo el Apóstol de la cultura estadounidense.
“A pocos metros de la figura ecuestre inaugurada oficialmente hoy, bien profundo bajo tierra, se colocó una piedra de mármol esculpida con el nombre de todas las personas, instituciones y asociaciones que colaboraron para que este sueño llegara a feliz término”, reveló. Agradeció especialmente al Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba por su apoyo y recalcó que Holly Block es un símbolo de las relaciones entre los pueblos de Cuba y Estados Unidos.
Leanne Mella, quien estuvo al frente del proyecto Amigos de José Martí, impulsado por el Museo del Bronx que dirigía entonces Holly Block, explicó que durante años recabaron la ayuda de cientos de personas hasta colectar los fondos que permitieran hacer la réplica y trasladarla a Cuba.
“Este de Martí fue el último proyecto de envergadura de Holly, quizás por eso en estos días me parece haberla visto en cada esquina de La Habana”, confesó Leanne
El concierto de gratitud organizado por la Oficina del Historiador llevó por título: Holly Block in memoriam, e incluyó las obras Clave a Martí, de Emilio Valdés Villillo; y La Bayamesa, de Céspedes y Fornaris, ambas con arreglos de Zenaida Castro. Completaron el programa Cubaland, de Philip Sousa; y Paráfrasis del Himno Nacional, de Hubert de Blanck, estas últimas arregladas por Yadira Cobo.
Anoche lo vi por cubavisión estuvo Bello!!! La Camerata Romeu se lució,Sentí mucho orgullo de ser cubana y de mostrarles a los invitados y al mundo, nuestra cubanía.Dejé de ver a la misma hora, en otro canal, un Documental sobre la Vocacional Lenin, Escuela donde estudié 6 años, porque el día 31 de enero se cumplen años de su fundación y con el dolor de mi alma lo dejé detrás, porque preferí ver este concierto y valió la pena ,es de esos programas que te alimentan el alma y el espíritu .Solo lamento que la noticia del mismo solo la publicó el periodico Trabajadores por lo menos yo no la leí en ninguna publicación digital o impresa.Felicidades a Trabajadores