“Se habla mucho hoy, y sin ninguna prueba, de ataques sónicos de los cubanos a los diplomáticos estadounidenses en esta capital, pero yo creo que el verdadero sonido, el que sí les tiene mal las orejas a ese gobierno es la palabra de Fidel y del pueblo cubano”.
Así dijo en La Habana Alejandro González, un trabajador cubano por cuenta propia afiliado a la organización sindical de los que laboran en el comercio, la gastronomía y los servicios, y quien tiene muchas razones para clamar porque el bloqueo a Cuba termine ya.
“Soy diabético e hipertenso, sufrí un infarto y tengo un sten y úlcera duodenal. ¡Imagínense ustedes! Soy un ejemplo de lo mucho que hace mi país por sus enfermos, y sé de las veces en que no se pueden comprar los insumos para fabricar los medicamentos por lo caro que cuestan y por las trabas que nos imponen para adquirirlos.
“No siempre puedo comer lo que debo, aunque me dan una dieta especial.
Además, mi esposa estuvo ingresada en un hospital en una ocasión y durante tres días no tuvo la furosemida que necesitaba, pues no la había en el país. Contra nosotros conspira terriblemente el bloqueo”, expresó Alejandro en La Habana en un reciente foro internacional de solidaridad con la isla, a propósito de los 40 años del sindicato cubano del comercio, la gastronomía y los servicios.
Marisol Ferrer Puentes, al frente del Departamento de Educación y Propaganda de la Central de Trabajadores de Cuba, Yamil Martínez, funcionario del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, Fernando Zayas, un dirigente sindical de la empresa Gran Comercial, del Mincin; y Jorge Justiz Sánchez, José Luis Laborde, Hilda Rosique, Antonio Velázquez y Tania Cano, todos apegados al trabajo por cuenta propia, destacaron el daño tremendo que provoca al pueblo de Cuba el bloqueo económico impuesto por Estados Unidos y se pronunciaron por su total eliminación.
En términos similares se expresaron sindicalistas extranjeros amigos de Cuba, entre ellos Sture Amtzen, del Sindicato noruego de Oficinistas y el Comercio, quien destacó que a pesar de sufrir la política de la administración norteamericana, la isla solo ha llevado paz y desarrollo a muchísimos países del mundo.
Por su parte, Paul Mainema, al frente del Sindicato Nacional de los Trabajadores del Comercio y la Alimentación de Canadá, trajo el sentir de los más de 250 mil afiliados a esa organización, y afirmó que a pesar de sus enemigos la Mayor de las Antillas encontró la forma de seguir con vida. “Cuba tiene una sola manera de luchar: ¡hasta la victoria siempre”, como proclamó Ernesto Guevara”, dijo.