En la tarde de este lunes, en el contexto del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial, que sesionará en Roma desde hoy hasta el 13 de octubre, la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y el Desarrollo (FAO) presentará su informe sobre El estado de la alimentación y la agricultura en el mundo.
El texto —cuya entrega anual fue sistematizada por la FAO desde 1947—, hace un retrato de la situación actual y propone estrategias para que las ciudades y las áreas rurales en desarrollo puedan adaptarse mejor a los nuevos retos.
La agricultura, por su parte, deberá responder a la demanda creciente de alimentos potenciando sistemas alimentarios sostenibles, que den respuesta al crecimiento demográfico, el aumento de la urbanización, las nuevas tecnologías y el cambio climático.
En las zonas rurales los jóvenes muchas veces se ven forzados a migrar frente a la perspectiva de una vida de pobreza absoluta.
Según estimados de la FAO, creció el número de personas que padecen subalimentación crónica en el mundo hasta 815 millones, mientras que alrededor de mil 750 millones (de países de ingresos bajos y medianos bajos) sobreviven con menos de 3,10 dólares estadounidenses diarios. Los especialistas aseguran que las aspiraciones de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (erradicar el hambre y la pobreza, entre otras metas) podrían verse frenadas debido a la poca productividad de la agricultura de subsistencia, el margen limitado para la industrialización y, sobre todo, por el rápido crecimiento de la población y el aumento explosivo de la urbanización.
La FAO esboza propuestas que podrían favorecer el desarrollo de sistemas inclusivos y prósperos en áreas rurales y analiza las transformaciones estructurales y rurales que se están produciendo, así como las oportunidades y dificultades que se les plantean a millones de pequeños productores de alimentos.