Cuando ocurre un desastre natural como el que Cuba acaba de sufrir con el paso del huracán Irma, el Estado debe movilizar recursos financieros que le permitan sufragar las cuantiosas pérdidas que se producen.
Varias son las vías para enfrentar los gastos de la fase recuperativa, de acuerdo con la Ley del Presupuesto del Estado, y otros mecanismos financieros existentes.
En primer lugar, como es sabido, los organismos cuentan con sus presupuestos aprobados para el año, cuya desagregación debidamente notificada define los conceptos de gastos y costos que correspondan, conforme con la actividad que realizan, lo cual representa la fuente fundamental para financiar su labor.
No obstante, el Presupuesto del Estado tiene asimismo la posibilidad de ejecutar distintas acciones como transferencias corrientes y directas a los presupuestos locales, e incluso la reasignación o redistribución de cifras aprobadas y consignadas para diferentes destinos, dentro del marco de los límites de gastos establecidos por la ley.
Otra fuente de recursos la constituye la reserva para subsidios a personas naturales por acciones constructivas en sus viviendas, la que tendrá por destino prioritario a las familias damnificadas, así lo explicó durante su visita a provincias afectadas la ministra de Finanzas y Precios Lina Pedraza.
Es significativo precisar que esta reserva en el presupuesto central se planifica sobre la base del 8.5 % del importe recaudado por concepto de impuesto sobre las ventas de materiales de la construcción a precios liberados. De los ingresos que se captan por este tributo, el 51.5 % se destina a estos subsidios en correspondencia con las decisiones de los gobiernos provinciales, mientras que el monto restante también financia gastos de los presupuestos locales.
Para que se tenga una idea del monto de tales fondos, baste decir que según el informe de liquidación del Presupuesto del 2016, el pasado año se asignaron mil 365 millones de pesos para subsidiar la adquisición de materiales de construcción, en beneficio de más de 28 mil 500 familias.
Además, en el presente ejercicio fiscal del 2017, el presupuesto estatal contempla una reserva para gastos corrientes y de capital de 200 millones de pesos, los cuales están a disposición del Ministerio de Finanzas y Precios, así como los Consejos de Administración de las asambleas provinciales del Poder Popular, para sufragar gastos que no hayan podido preverse, como es ahora el caso.
Otro mecanismo de financiamiento no menos importante son los créditos bancarios, préstamos a los que pueden acudir tanto las personas como las entidades en función de recuperar inmuebles y capacidades productivas.
En cuanto a las familias damnificadas, esta es una de las vías primarias y más expeditas —de acuerdo con las autoridades—, que se facilita como opción para adquirir diversos materiales y bienes, a partir de la evaluación que realizan los bancos sobre la solvencia económica de las personas beneficiadas.
Resulta una garantía en el caso de las producciones dañadas en la agricultura, la protección que representa el aseguramiento de bienes agrícolas, pecuarios y los patrimoniales agropecuarios, que están entre las principales líneas de productos de la Empresa de Seguros Nacionales (Esen).
Esta entidad prevé que en caso de ocurrencia de un siniestro —como el huracán Irma— el asegurado debe avisar a la aseguradora o al representante de esta en su localidad, en un plazo de tres días hábiles, a los efectos de disminuir afectaciones, prevenir daños mayores e iniciar la inspección y tasación.
Precisa la Esen en su página web institucional que la aseguradora realizará de forma directa o a través de entidades de servicios auxiliares del seguro, la inspección de los daños y pérdidas en un plazo que no supere los 15 días naturales después de recibir el aviso por el productor. La indemnización deberá efectuarse en un plazo no superior al mes, a partir de la fecha en que exista toda la información para el ajuste de la pérdida.
Igual de notable, especialmente por su significación humana, es el aporte financiero que se recibe en tales coyunturas de personas y organizaciones solidarias con nuestro pueblo, para lo que el Gobierno cubano ya informó sobre la habilitación de una cuenta en el Banco Financiero Internacional (BFI) para canalizar esa ayuda.
Cada una de estas variantes brinda un soporte desde las finanzas para el intenso trabajo de reconstrucción, el cual requiere de recursos materiales y también de dinero para adquirirlos, así como para pagar por las labores productivas y de servicio que el país acomete.
Es una preocupacion el salario de los trabajadores, el acaecimiento de un fenómeno natural como Irma es imprevisible e inevitable, dejá una situación critica en centros de trabajo que no pueden de inmediato producir, generar ingresos, sobre todo en el sistema empresarial, pero los trabajadores no se van del centro, trabajan incansablemente para su recuperación, dedicando muchas horas en ello, sin embargo, como se formará el salario…, es necesario que los periodistas investiguen sobre esto, no hay reservas creadas para estimular este actuar y trabajo, no conocemos como el Estado dara respuesta a la situación individual de los trabajadores vinculados a un sistema de pago, de los que hoy aplicamos.