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Cuando el 1ro de abril de 2016 comenzaron las excavaciones en uno de los terrenos dedicados al pasto en la comunidad de Bueycito, tal vez Isabel Pompa Estrada pensó que ya su alegría era inmensa; sin embargo cuando vio la obra culminada, en julio último, comprendió que podía crecer aún más.
Esta mujer, de 64 años, lleva dos décadas como directora de la Escuela Primaria Adusinda Alsina Álvarez, de la mencionada localidad, y ha dedicado la mayor parte de su existencia a la educación de niños, pese a cargar consigo ese tiempo lo que considera la ‘mayor de sus insatisfacciones’:
“Nunca tuvimos una sede para llevar a cabo el proceso docente. Las aulas las teníamos distribuidas en diferentes lugares como el Museo, la Cooperativa y la Escuela Secundaria Básica, todas sin condiciones. Por estar tan dispersos el trabajo se hacía muy difícil y las tareas no se podían desarrollar con los alumnos por afinidad o edades como están definidas para la etapa”.
Desde el 2002 la construcción de la escuela fue un planteamiento de los electores durante las asambleas de rendición de cuentas del delegado de circunscripción, demanda a la cual se aferraron por años dada su obvia necesidad; pero inconvenientes como la afectación resultado del paso de ciclones o la situación económica del país retardaron la respuesta.
“Este es el segundo poblado en importancia del municipio Buey Arriba por lo que era imprescindible la edificación como está establecido. Finalmente se hizo en dos fases y su costo aproximado fue de 590 mil pesos”, refiere Yanelis Sánchez Martí, directora municipal de Educación.
Se trabaja en el centro con todos los grados del nivel primario, incluyendo la enseñanza especial. Su matrícula para el venidero período lectivo es de 200 estudiantes atendidos por 40 docentes.
“El nuevo centro tiene 12 aulas, biblioteca, laboratorio de computación, sala de historia, departamento para los instructores de arte y área de deporte. También le hemos procurado un local reforzado para asegurar los recursos y materiales en tiempo de ciclón u otro evento meteorológico. Sin dudas lo logrado será novedoso y de gran impacto en la comunidad”, afirma Sánchez Martí.
Por otra parte aseguran algunos de los habitantes de Bueycito su participación en la obra civil a la que asistían en las mañanas antes de las 8 am. y en las tardes después de las 6 pm. ‘y hasta que hiciera falta’. Para ellos no existía otra manera de hacer patente el anhelo de una escuela.
En tanto Esperanza Cadena Rosales, maestra con 32 años de experiencia, manifiesta lo que será en lo adelante un compromiso: “Los resultados de la escuela por tradición siempre han sido satisfactorios, esperamos que ahora, con mejores condiciones, se realice un proceso docente educativo de mayor calidad. No podemos negar el regocijo por parte de la familia, los niños y trabajadores”.
Al ser la inversión más importante acometida en los últimos años por el sector de Educación en Granma, la Adusinda Alsina Álvarez será sede del acto provincial por el inicio del curso escolar, lo cual es motivo de desvelo para quienes sientan muy cercana la institución.
“Desde que comenzó la obra estuve vinculada a las labores, sin desatender mis obligaciones como directora. A veces no sé si sé más de albañilería o de magisterio, pero hoy siento que valió la pena cada esfuerzo, cada inquietud. Ahora nos queda el acto que lo tomamos como un privilegio y, a la vez, una altísima responsabilidad; pero sobre todo es otra motivación para comenzar este septiembre”, apunta Isabel con evidente motivación.
Durante esta etapa estival en el oriental territorio fueron reparadas cerca de 70 instituciones educacionales para lo cual se dispuso de un presupuesto que sobrepasó los 530 mil pesos, según informó Leonardo Tamayo Vázquez, director provincial de Educación.
