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Para terminar el duelo por Fernando Martínez Heredia y comenzar un nuevo diálogo con el destacado filósofo, numerosos intelectuales, historiadores y pensadores se reunieron hoy en el Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello, con sede en La Habana.
De acuerdo con el sociólogo Aurelio Alonso, fue en esa sede donde tuvo su etapa más plena el renombrado ensayista, fallecido el 12 de junio último.
Alonso, Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas en 2013, se refirió a las facetas de investigador y profesor de Martínez Heredia, eterno formador de la intelectualidad en el país.
Todos tendremos nuestra propia lectura de Fernando, acotó el politólogo Juan Valdés Paz al destacar la Historia de Cuba como uno de los referentes permanentes en su obra.
Al decir de Valdés Paz, el renombrado intelectual realizó una contribución ideológica valiosa a la política de resistencia, desde su acercamiento a las personalidades del pensamiento revolucionario cubano.
Con la mirada puesta en América Latina, los movimientos de liberación nacional, la cultura y el marxismo, entre otros tantos temas, Martínez Heredia queda definitivamente atado al futuro del socialismo, acotó Valdés Paz.
Durante el panel, la joven investigadora Rosario Alfonso resumió las tantas enseñanzas de Fernando, de quien “aprendí que hay que combatir el inmovilismo y quebrarlo, ser creativos, inconformes y no solo resistentes”.
Sin internacionalismo no podrá haber socialismo, era una de sus convicciones, afirmó Llanisca Lugo, educadora popular del Centro Martin Luther King, al subrayar la visión del investigador sobre la necesidad de descolonizar la historia y liberarla de las clases dominantes.
Nos deja, resaltó Lugo, el testimonio de la felicidad de la lucha, la paciencia revolucionaria y de una vida apegada a los principios socialistas.
La imagen de Fernando subiendo las escaleras, cargado de libros para preparar sus clases fue evocada por Alejandro Gumá, quien compartió ideas asumidas por Martínez Heredia como la de que “para pensar el futuro el pensamiento no puede tener ataduras”, y su insistente llamado a “convertir los ideales en militancia y la militancia en ideales”. (Tomado de ACN)
