A propósito del Día Internacional de la Familia, un fragmento del libro Psicología de la Familia, de la doctora Patricia Arés Muzio
Foto: José Raúl Rodríguez Robleda
La familia es el grupo de intermediación entre el individuo y la sociedad. Constituye el núcleo más primario del ser humano, en ella el hombre inscribe sus primeros sentimientos, sus primeras vivencias, incorpora las principales pautas de comportamiento, y le da un sentido a su vida.
Sin embargo, a pesar de las grandes transformaciones del mundo contemporáneo, la familia sigue siendo el hábitat natural del hombre, ya que cumple funciones que son insustituibles por otros grupos e instituciones.
En los tiempos actuales mucho se habla de la crisis de la familia, ya que han surgido valores emergentes que tienden a sustituir los de la tradicional. La familia a su vez se ha diversificado en su composición, estructura y tipología. Hoy ya no es posible hablar de una sino de las familias. Han cambiado las formas de hacer pareja, los estilos de autoridad, las pautas de crianza, los modelos de maternidad y paternidad, las formas de convivencia.
Pero nada apunta hacia su desaparición como grupo humano, muy por el contrario la familia ha resistido a los impactos de los cambios sociales. La relación entre individuo, familia y sociedad hay que entenderla en sus múltiples interrelaciones y no como un proceso unidireccional. Se hace necesario entender dos niveles de análisis para la familia: uno macrosociológico y otro microsociológico.
El primero para establecer las relaciones entre familia y sociedad y el segundo para explicar la interrelación entre familia e individuo.
La familia es una categoría histórica, está determinada por el sistema social que le sirve de marco. El modo de producción imperante condiciona sus formas de existencia, las jerarquías de sus funciones, los valores predominantes, los principios éticos.
Esta determinación puede analizarse en sentido inverso, lo que ocurre en una familia trasciende su marco particular para influir en la sociedad en su conjunto.
El grupo de origen es un poderoso agente formador de la personalidad, influye decisivamente en la salud de los individuos.
Aún persiste una visión idealizada retrospectiva de familia vista como un agrupamiento nuclear compuesto por un hombre y una mujer unidos en matrimonio, más los hijos tenidos en común, todos bajo el mismo techo; el hombre trabaja fuera de la casa y consigue los medios de subsistencia de la familia; mientras la mujer en casa cuida de los hijos del matrimonio. Sin embargo, la actual está muy lejos de representar esa realidad.
Se hace necesario someter esta idea a un proceso de deconstrucción, que consiste en ir retirando de la definición, elementos que otrora eran considerados como absolutos, y que ahora se tienen por plenamente relativos (Palacios y Rodrigo, 2000):
• El matrimonio no es necesario para que podamos hablar de familia, de hecho, las uniones consensuales son consideradas como tal.
• Uno de los dos progenitores puede faltar, quedándose el otro solo con el o los hijos; tal es el caso de las familias monoparentales, en las que por diversas razones uno de los dos, casi siempre la madre, se hace cargo del cuidado de sus descendientes.
• Los hijos del matrimonio son muy frecuentemente tenidos en común pero pueden llegar también por la vía de la adopción, provenientes de otras uniones anteriores o por las modernas técnicas de reproducción asistida.
• La madre, ya sea en el contexto biparental o monoparental, no tiene que dedicarse en exclusivo al cuidado de los hijos sino que puede desarrollar actividades laborales fuera del hogar.
• El padre no tiene que limitarse a ser un mero generador de recursos para la subsistencia familiar, sino que puede implicarse activamente en el cuidado y la educación de los hijos.
• El número de hijos se ha reducido, hasta el punto en que en muchas familias hay solamente uno.
• Algunos núcleos familiares se disuelven como consecuencia de procesos de separación y divorcio, siendo frecuente la posterior unión con una nueva pareja en núcleos familiares reconstituidos o reensamblados.
Tras esta deconstrucción, el concepto de familia queda para algunos autores definido como la unión de personas que comparten un proyecto vital de existencia en común que se quiere duradero, en el que se generan fuertes sentimientos de pertenencia a dicho grupo, existe un compromiso personal entre sus miembros y se establecen intensas relaciones de intimidad, reciprocidad y dependencia.
La familia como institución social cumple funciones básicas: biológica, económica y culturalespiritual. Resultado de la realización de las mismas deviene el rol educativo. La manera particular en que se dan estas funciones en una sociedad determinada depende en gran medida del sistema socioeconómico.