Por Ramón Barreras Ferrán y José Luis Martínez Alejo
Manuel firmó la nómina y la cajera contó el dinero: mil 123 pesos con 75 centavos. Ella lo colocó en el sobre y lo puso en las manos del trabajador. A ciencia cierta, él no sabía a qué respondía esa cantidad de dinero. Llevó a su bolsillo salario sin respaldo productivo.
Si bien es cierto que el sueldo, por notable que parezca en algunos casos (sobre todo en el sistema empresarial en el que el salario medio ha aumentado un 50 %), no cubre todas las necesidades de las familias cubanas y, por tanto, constituye la principal preocupación y es motivo de los fundamentales planteamientos, entregarlo sin que exista un resultado real en la producción y los servicios es inadecuado e incorrecto y lastra la economía del país. En términos reales, tiene que estar argumentado por la creación de riquezas, o sea, sobre la base del incremento de la actividad productiva o de servicios y la eficiencia. No se debe, bajo ningún concepto, dar dinero inmerecido. Eso es una aberración.
En un encuentro sindical reciente trascendió que a pesar de mantenerse la tendencia a la disminución, el pasado año 91 entidades emitieron salarios sin respaldo real y ocasionaron pérdidas a la economía por 29 millones 266 mil 300 pesos.
Según datos facilitados por la esfera económica de la dirección nacional de la CTC, los organismos con mayor cantidad de entidades que incurren en esa incongruencia son el Ministerio de la Agricultura con 32 y la Unión Eléctrica con 23. De las de subordinación local son las provincias de Matanzas, con 6 y Villa Clara con 5, las cuales registran las cifras más notables.
Específicamente, del Grupo Empresarial de la Industria Alimentaria (Geia), para citar otro caso, 12 empresas presentaron esa deficiencia el año pasado. Héctor Muñoz Márquez, director de capital humano de ese Grupo, explicó a Trabajadores que las principales causas propiciadoras del deterioro del indicador límite gasto de salario por peso de valor agregado bruto fueron los incumplimientos productivos, la sobreejecución de los gastos planificados y los problemas contables a causa de errores en la planificación. “En cada una de las empresas están bien determinadas”, precisó.
En el Geia no se quedaron con los “brazos cruzados” y cada mes realizan un control del comportamiento de los indicadores de empleo y salario por cada entidad que deteriora los indicadores límites y directivos, con el fin de determinar los orígenes, y se presentan a la junta económica para su análisis individual las empresas que realizaron pagos sin respaldo productivo e incumplieron lo establecido en la Resolución No. 6 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social sobre las penalizaciones a partir de los deterioros de los indicadores. Además, han establecido un conjunto de decisiones para garantizar la materialización de lo regulado en cuanto a los sistemas de pago.
Indudablemente, la aprobación e implementación desde el mes de abril del pasado año de esa Resolución ha propiciado una disminución de las erogaciones salariales sin el respaldo debido, pero ella, por sí sola no erradica ni erradicará ese problema. En su correcta aplicación está la esencia.
Planificación, exigencia…
En Cienfuegos, por ejemplo, al cierre del año 2016 seis entidades de diferentes sectores presentaron ese problema, al pagarles a 174 trabajadores un millón 40 mil pesos en total. Al finalizar el primer trimestre del actual año la cifra de empresas se repite. El monto total de la afectación a la economía en esos tres meses ascendió a 609 mil 700 pesos.
De acuerdo con especialistas, entre las causas fundamentales que propiciaron esos sueldos indebidos figuraron la falta de correspondencia entre lo que se paga por resultados y el grado de cumplimiento de los indicadores directivos del plan, en franca violación de lo que está dispuesto en el Resuelvo VII de la Resolución No. 6. También influyó el incumplimiento de las ventas y la producción de bienes y servicios y del indicador límite mínimo de utilidad neta.
En opinión de Luciano Fernández Marrero, miembro del secretariado provincial de la CTC en Cienfuegos, entre los factores de influencia están además, la falta de preparación de los directivos y dirigentes sindicales en materia de planificación, organización y normación del trabajo, y la poca exigencia para demandar a los que no cumplen con lo acordado en la contratación de la materia prima, así como la tendencia a seguir poniendo en los reglamentos el salario escala como única opción.
En otra provincia, Ciego de Ávila, 13 entidades realizaron en el 2016 pagos que no estuvieron en correspondencia con los niveles de producción y de prestación de servicios. Tal deficiencia afectó la economía de ese territorio en más de 3 millones 700 mil pesos.
Una de las que no han podido explotar todas sus potencialidades es la Integral Agropecuaria, la cual agrupa ahora, entre otras unidades empresariales de base (UEB), a las que fueron empresas agropecuarias: Bolivia, Orlando González y El Mambí, deudoras durante años por pérdidas económicas millonarias.
Su surgimiento respondió a la necesidad de lograr mayor objetividad en la distribución del ingreso, lo cual exigió adoptar diversas medidas en momentos de tensiones de la economía nacional. Como consecuencia de ello, hubo que realizar cambios en la estructura y el funcionamiento del sector de la agricultura no cañera.
Esos antecedentes inciden aún en la gestión de la incipiente empresa integral, donde la sequía impidió obtener mayores volúmenes de producción. El deterioro de indicadores básicos imposibilitó beneficiar al personal vinculado a los sistemas de pago por los resultados finales del trabajo.
Una evidencia corrobora el quid del asunto: la agrícola El Mambí fue la que más dinero desembolsó sin respaldo productivo en el territorio avileño durante el 2016, con un monto superior a 1 millón 400 mil pesos, de acuerdo con un informe de la Dirección Provincial de Economía y Planificación.
Mauro Velázquez Sánchez, director de Recursos Humanos de esa entidad, reconoció que su creación con ocho UEB, varias de ellas ineficientes, incidió en el comportamiento. “No pagamos por resultados, pues estuvo al ‘pegado’, con el 99,6 %, el gasto de salario por peso de valor agregado bruto”.
Además del apretado margen de ese indicador límite, no satisficieron la productividad (98,6 %) y el salario medio (692.46 pesos de 722.00 planificados), a pesar de que Ciego de Ávila exhibe hoy el mejor resultado del país en este último indicador.
En nuestra consideración, dos cuestiones principales obstaculizan el empeño porque cuadre la producción con el billete. Por un lado, el déficit o inestabilidad en los puestos de trabajo de especialistas en salario, contabilidad y economía, y por otro, que la mayoría de las empresas responden a indicaciones de sus organismos nacionales, y el territorio donde están enclavadas no cuenta con facultades sobre ellas, por lo que los intereses locales son obviados en muchas ocasiones.
En los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución lo relacionado con el empleo y los salarios está definido con claridad meridiana: Continuar avanzando en la implantación del principio de que los ingresos de los trabajadores y sus jefes en el sistema de entidades de carácter empresarial estén en correspondencia con los resultados que se obtengan, rescatar el papel del trabajo y los ingresos que por él se obtienen como vía principal para generar productos y servicios de calidad e incremento de la producción y la productividad, y lograr la satisfacción de las necesidades fundamentales de los trabajadores y su familia.
Ese es el camino; no debe haber otro. El dinero erogado por concepto de salario tiene que cuadrar la caja.
Lo unico que Cuba cocecha es papa ? no se ve nada mas al menos es lo que publican y comenta, el pueblo grita llego la papa !como si fuera una vendicion.