El centrista pro Unión Europea (UE) Emmanuel Macron, de 39 años, fue elegido este domingo como el presidente 25 de la República Francesa y evitó así que la nación cayera en manos de la extrema derecha representada por su contrincante, Marine Le Pen.
El exbanquero, quien será el presidente más joven de la historia de Francia, ganó entre el 65,5 y 66,1 % de los votos en la segunda vuelta y reemplazará a François Hollande, cuyo partido, el Socialista, fue eliminado en la primera consulta.
Macron hereda grandes desafíos, entre ellos el desempleo endémico que ronda el 10 % de la población económicamente activa; y una división política marcada por las diferencias entre las zonas urbanas (con tendencia al reformismo) y las desheredadas (tentadas por el extremismo). No podría ignorar tampoco la lucha contra el terrorismo y la crisis interna de la UE.
Aunque Marine Le Pen, de 48 años, perdió en el balotaje por amplio margen, el actuar de su partido —Frente Nacional (FN) — y ella como figura política, consiguieron convencer a casi un tercio del electorado con promesas de frenar la inmigración y salirse de la zona euro.
El proceder de Le Pen, y el programa de otros candidatos, como el propio Macron y Jean-Luc Mélenchon, líder de Francia Insumisa, fracturaron la tradicional estructura política nacional donde dos grandes partidos tradicionales de izquierda y derecha se alternaban en el poder desde hacía medio siglo.
En apenas un año, desde que fundó el movimiento centrista En Marcha!, Macron se abrió paso. Ganó en la primera vuelta con un proyecto europeísta y liberal en temas económicos y sociales. Llegó al balotaje como favorito, según afirmaban las encuestas. A último minuto un sospechoso pirateo informático de documentos personales lo hizo tambalear, pero eso ya será material para las noticias de días venideros.
El mundo, y especialmente Europa, consideraba estas elecciones como un termómetro para medir la fuerza de los diversos sectores políticos y tomar el pulso a la Unión Europea, institución que se encuentra en una situación vulnerable tras la salida del Reino Unido y la amenaza de otras escisiones, como hubiera sido la de Le Pen si hubiera ganado.