En declaraciones a Trabajadores, el diplomático precisó que con esas medidas ilegales y arbitrarias se pretende detener el desarrollo de la sociedad socialista en la RPDC, cuyas banderas son sostenidas en alto por su pueblo.
No se puede sancionar a ninguna nación por ejercer sus derechos a la autodefensa y autodeterminación, que son reconocidos por las leyes internacionales y la Carta de la ONU, y que nadie debe violarlos, declaró el embajador coreano.
Nuestras pruebas nucleares y el lanzamiento de misiles balísticos, dijo, son medidas para preservar y defender la soberanía y el derecho a la existencia frente a las amenazas nucleares de Estados Unidos, que persisten por más de medio siglo en la península de Corea.
¿Por qué el Consejo de Seguridad —señaló— juzga solamente como amenaza a la paz y la seguridad internacional estas pruebas de la RPDC, a pesar de que otros muchos países las están realizando?
Al enumerar los perjuicios que las sanciones del CSNU causan a su pueblo, Pak Chong Yul expresó que estas afectan a diversos sectores económicos, de financiamiento, sociales y culturales, y que con ellas se pretende limitar de forma inhumana el mejoramiento del nivel de vida de los ciudadanos, y llamó a organizar un Foro Internacional de Juristas para esclarecer el fundamento ilegal de esas acciones.
A la pregunta sobre el estado actual de las relaciones entre la República de Cuba y la República Popular Democrática de Corea, respondió que estas se desarrollan más cada día, dentro del espíritu de amistad y cooperación establecido por los históricos líderes Kim Il Sung y Fidel Castro Ruz, que tiene hoy su continuidad entre los presidentes Kim Jong Un y Raúl Castro Ruz.
Ambos países comparten la lucha antimperialista y la causa del socialismo: es un objetivo común de ambos pueblos y de las nobles ideas de sus dirigentes, concluyó.