La Habana, 14 dic (PL) Los avances alcanzados por el país en la Educación Especial, fueron destacados hoy por autoridades de esa dirección del Ministerio cubano de Educación.
Rememoró que en principio apenas existían escuelas para atender esos casos, pero que poco a poco tomó fuerza para convertirse a partir del 4 de enero de 1962 en el sistema cubano de Educación Especial.
‘Al inicio de la Revolución apenas habían unos 134 niños que recibían una atención especial, ahora, contamos con 356 instituciones que brindan servicios a unos 37 mil 25 niños en centros ubicadas en todo el país’, remarcó.
La Educación Especial, añadió, matiza todo el sistema nacional porque ésta tiene matrículas en las escuelas regulares, en las cuales los niños son atendidos con los recursos y servicios que se ofrecen desde la primera infancia hasta la educación de adultos.
‘Para ello contamos con la colaboración de otros sectores como el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, el Ministerio de Salud Pública, así como el Instituto Nacional de Deportes y las asociaciones de personas con discapacidad’, afirmó.
De manera general, precisó, en el país existen 203 Centros de Diagnósticos y Orientación, nueve centros mixtos donde comparten estudios niños de esta educación con otros de la enseñanza regular en escuelas primarias y secundarias, 34 hogares para niños, niñas y adoslecentes sin amparo familiar.
Asimismo la isla cuenta entre otros centros, con 17 aulas hospitalarias y 56 salones especiales en círculos infantiles.
En todos estos centros, sostuvo, los muchachos reciben la atención de psicólogos, psicoterapeutas, maestros de apoyo, rehabilitador visual, orientación y movilidad entre otros especialistas.
Igualmente, en el país se trabaja en la formación integral y capacitación en la Educación Especial a profesores directamente vinculados al Sistema Nacional de Educación, subrayó.
El objetivo, dijo, ‘es educar e incluir. Reconocer el derecho de todos a una educación de calidad, independientemente de las características que condicionan las variabilidades en el desarrollo y que propicien la participación de todos en la sociedad como individuos plenos’.
No obstante, Triana advirtió que todavía se debe trabajar más en la búsqueda de la perfección metodológica.