La Unión Demócrata Cristiana (CDU) fue el partido político más votado (28,6%) en los comicios efectuados en Alemania el 23 de febrero, por lo que se espera que su candidato, Friedrich Merz, se convierta en jefe de Gobierno (Canciller) de la nación.

Para ello la agrupación deberá formar una coalición que le permita ser mayoría en el Parlamento (Burdenstag). Los expertos avizoran un pacto entre la CDU y el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) del actual canciller, Olaf Sholz, que esta vez quedó en tercer lugar, con apenas 16 % de respaldo; seguido por el Partido de los Verdes, que alcanzó un 11,6 por ciento.
El resultado negativo de los ecologistas ha despertado numerosas críticas, entre ellas la del grupo juvenil de lucha contra el cambio climático Fridays for Future (FFF), cuya vocera aseguró que “la crisis climática es y sigue siendo la más urgente de nuestro tiempo. Su destitución y menosprecio en esta campaña electoral por razones tácticas ha sido un error y una irresponsabilidad”.
Otra gran sorpresa dio la Alternativa para Alemania (AfD), que obtuvo más del 20 % de los votos, convirtiéndose en la segunda fuerza política del país. Esto confirma el peligroso repunte que vive la ultraderecha”.
La AfD se ha mostrado vital y próspera. Desde su fundación en el 2013 no ha parado de crecer. Su primer triunfo electoral ocurrió en el 2024 en el este de Alemania y ahora se consolida como la principal fuerza de oposición.
Merz ha descartado negociar con ellos, pero algunos analistas, como la corresponsal de la BBC en Berlín, advirtieron que su propuesta de “endurecer las reglas de migración con el apoyo de votos de la ultraderecha en el Parlamento revela a un hombre dispuesto a arriesgarse a romper un importante tabú”.
Alice Weidel, líder de la AfD, afirmó que “los ciudadanos quieren una coalición entre CDU y AfD” que, de no ocurrir, conducirá a elecciones nuevamente anticipadas.
Este pronóstico remite al Gobierno de Scholz, forzado a adelantar los comicios luego que a fines del 2024 colapsara su triple alianza parlamentaria debido a una disputa en torno a la deuda nacional. El desacuerdo impuso la necesidad de nuevas elecciones.
A pesar de ello, el tema no marcó los debates de la campaña electoral como sí lo hicieron las iniciativas para reactivar la economía, contener la inmigración e incrementar la seguridad ciudadana.
Vale destacar que más del 84% del padrón (de los inscritos o registrados) acudió a las urnas, cifra que no se alcanzaba desde antes de la reunificación del país en 1990. En Alemania los ciudadanos emiten dos votos: el primero por un candidato de circunscripción y el segundo por un partido. Este último decide la proporción de escaños parlamentarios de cada agrupación.
¿Quién es Friedrich Merz?
Los seguidores de este político alemán de 69 años, rival eterno de Ángela Merkel, lo describen como “un antídoto para la crisis de confianza que vive Europa”.
En el 2018 se definió como “un europeo de convicciones, un partidario de los lazos transatlánticos, un alemán abierto al mundo”, postura coherente con los más de 100 viajes realizados a EE. UU. y con la presidencia del Atlantik-Brücke (Puente Atlántico) en la que se mantuvo por 10 años (2009-2019), desde la cual incentivó vínculos entre las dos naciones.
Merz ha reconocido que admira al expresidente Ronald Reagan y las políticas económicas liberales del país norteño, pero todo parece ser diferente con Donald Trump: “Nunca hubiera pensado que tendría que decir algo así en un programa de televisión. Está claro que a ese Gobierno no le importa mucho el destino de Europa”, comentó tras polémicas declaraciones del magnate neoyorquino en torno a la guerra en Ucrania.
“Mi prioridad absoluta será fortalecernos lo más rápido posible para que, paso a paso, podamos realmente lograr ser independientes de EE. UU.”, agregó Merz.
No obstante, más allá del consenso en torno a diversos temas, los alemanes esperan que el nuevo Gobierno consiga despertar los resortes económicos de la nación, esos que la convirtieron, una vez, en la locomotora económica de Europa.