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Un mercado y muchas preguntas en MLC

No asombra que el recién inaugurado su­permercado de 3ra. y 70, en La Habana, se parezca a alguna tienda de otros lares. Tam­poco lo más impresionante es la cantidad de productos que inundan los estantes. Incluso el pago solo en dólares y en determinadas tarjetas internacionales responde a la nece­sidad de captar con urgencia divisas frescas. Al menos así se explicó en la última sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

 

También es cierto que nuestros salarios no son en esa moneda estadounidense y que, por tanto, no todos podremos darnos un sal­tico por ahí. A algunos hasta les suena a dejá vú, pues cuando se despenalizó el dólar en Cuba en 1993 las primeras tiendas que se abrieron permitían comprar en esa moneda y, por entonces, nadie soñaba con tarjetas ni redes sociales ni móviles, ni tanta alharaca.

Lo que más golpea la apertura del men­cionado supermercado no es lo anterior, sino que falla otra vez la comunicación, pues la incertidumbre rodea a quienes tienen tarjeta en moneda libremente convertible (MLC) y que ahora no pueden usarla allí.

¿Es acaso que desaparecerá el valor de esas tarjetas o lo peor, que las tiendas hasta ahora en MLC quedarán relegadas en cuanto al abastecimiento por supermercados como 3ra. y 70? ¿Alguien puede explicar por qué con tarjetas Clásicas que se adquieren en el propio centro al depositar dólares sí se puede comprar y con tarjetas MLC no, si al final en las cuentas de ambas hay monedas libremen­te convertibles? ¿Será tan difícil comunicar eso o un golpe en la mesa de algún decisor solucionará todo?

Lo nuevo siempre inquieta y levanta re­vuelo. Es muy duro que a ese mercado (al que solo he visto por fotos y videos) no podamos ir todos, incluso los trabajadores más entre­gados, pero sin remesas familiares. Bienve­nido quien pueda hacerlo. Las desigualdades sociales ya no son excepciones, lamentable­mente, en muchos aspectos y servicios de la sociedad cubana.

Veamos el vaso medio lleno en cuanto a la solución alimentaria de quien pueda po­seer en físico esa moneda estadounidense, pero no sigamos dando bandazos y respon­damos con prontitud y buena comunicación a las preocupaciones legítimas. Muy pronto 3ra. y 70 será un supermercado más. Ya lo veremos.

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