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Mella, figura inspiradora de la juventud cubana

El líder estudiantil Julio Antonio Mella es símbolo de la juventud cubana por su fecunda trayectoria política y revolucionaria, a pesar de su corta vida, truncada tras haber sido asesinado en México, el 10 de enero de 1929, por mandato del régimen machadista entonces imperante en Cuba.

 

Foto: PL

Nacido el 25 de marzo de 1903 en La Habana, dedicó su vida a la lucha por la reivindicación de la Patria siendo desde muy joven crítico de los gobiernos de turno en la etapa seudorepublicana.

Se destacó durante su paso por el Instituto de Segunda Enseñanza de Pinar del Río, pero sería su ingreso en la casa de Altos Estudios de la capital del país donde matriculó Derecho, Filosofía y Letras cuando su liderazgo alcanza mayor expresión por la madurez de sus ideas emancipadoras y crecen sus acciones a favor de los estudiantes y los obreros. Así mismo actúa a favor de los segmentos más excluidos de la población en la cual predominaba de manera institucional la discriminación por origen de clase, raza, el fraude y la corrupción, más el servilismo al imperialismo norteamericano.

Uno de los aspectos que revelan el antiimperialismo de Mella fue su participación en la firma de un documento de rechazo de los estudiantes de Derecho al nombramiento como “rector honoris causa” de la universidad, al general estadounidense Enoch Herbert Crowder, hecho que consideró un acto de sumisión a Washington.

Uno de los principales objetivos del líder estudiantil fue la búsqueda de la unidad y la posibilidad de participación de los jóvenes en el desenvolvimiento de la sociedad. Sobre la necesidad de la función social de la universidad expresó:

“El más alto centro de cultura no debe ni puede ser una simple fábrica de títulos. Una universidad latina no es una escuela de comercio a donde se va a buscar tan solo el medio de ganarse la vida: la universidad moderna debe influir de manera directa en la vida social, debe señalar las rutas del progreso, debe ocasionar por medio de la acción ese progreso entre los individuos, debe por medio de sus profesores arrancar los misterios de la ciencia y exponerlos al conocimiento de los humanos”.

Fundó la Universidad Popular José Martí, la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), dirigió el Primer Congreso Nacional de Estudiantes, creó la Liga Antiimperialista de Cuba, con Carlos Baliño; también en 1925 fue cofundador del primer Partido Marxista Leninista de Cuba, y contó en sus actividades con el importante apoyo de Rubén Martínez Villena.

Foto: Archivo

Su actividad trasciende las fronteras de la Isla, se convirtió en importante orientador de esas ideas progresistas y contribuyó a su organización en Latinoamérica. En el 1924 ingresó en la Agrupación Comunista de La Habana acercándose cada vez más al proletariado y experiencias de la Revolución de Octubre y el pensamiento leninista.

También en este año publicó, (entre muchos otros escritos periodísticos que realizó desde diversos órganos, y entre los primeros se ubica los de “Alma Mater”), un folleto denominado; “Cuba, un pueblo que nunca ha sido libre”, cuaderno el cual divide en varias partes: “El imperialismo yanqui ha sido siempre enemigo de la independencia de Cuba”, “La soberanía de Cuba ante el Derecho Político”, “La Enmienda Platt”, y “Otras manifestaciones del dominio yanqui en Cuba”. Estos son solo algunos ejemplos de las decenas de temas de carácter político y social desarrollados por Mella sobre la situación de la universidad, del país y la injerencia e intervención de EE.UU en los asuntos internos de la Isla.

Sufrió cárcel por órdenes del dictador Gerardo Machado y en prisión ejecutó la huelga de hambre más trascendental de la época, la cual tuvo el rechazo popular. Entonces su entrañable compañero de lucha Villena calificó al tirano; “Asno con garras”, en alusión al gobernante que mantenía una implacable represión y persecución ante sus críticos y opositores.

La juventud cubana tiene a Julio Antonio Mella como símbolo de hombre íntegro, de la estirpe de los mambises, de Maceo y Martí. Y hoy su ejemplo de entrañable patriota y profundo antiimperialista ilumina el camino de este pueblo de gigantes, hacia un mejor porvenir dentro de la Revolución cubana, con equidad, paz e independencia.  (Tribuna de La Habana)

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