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Celebrar

En poco más de 24 horas ya estaremos en el 2025. La respi­ración se agita por llegar vivos, saludables y con amigos y fami­lia al lado, incluso aunque haya sido un año duro en economía, con desgarraduras del alma por las partidas de seres queridos y hasta con maestría en sortear apagones, usar el transporte exacto o sacar dinero de un ca­jero.

Pero ya el recuento es pa­sado. Son horas de celebrar. Primero, los 66 años de la Re­volución cubana. El proceso más emancipador y soberano de América frente al gobierno-gendarme del mundo, que por más duras sanciones irracionales no ha podido quitarnos la alegría, la sonrisa, la rebeldía y la creatividad con la que hemos crecido niños, jóvenes, padres. Y sobre todo los trabajadores.

Hace solo unas horas el Se­cretariado Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) sumó un segundo motivo de celebración. La provincia de Guantánamo mereció la sede por las actividades centrales, el próximo 28 de enero, de los 86 años que cumple la organi­zación. En medio de ciclones, del calor y de las carencias, los sindicatos de ese territorio supieron crecerse y aventajar a otras que merecieron la con­dición de destacadas: Pinar del Río, Matanzas, Santiago de Cuba y Holguín.

En todas ellas habrá fiesta y compromiso. No faltará la música y el trabajo volunta­rio. Tampoco se olvidarán a los héroes con medallas y a los cotidianos que la llevan en sus manos y en sus obras. Esta celebración sindical lleva, además, la luz del 22 Congreso, que en el mes de abril volverá a decirle a la nación: somos la fuerza decisiva para sostener la Revolución y lograr la pros­peridad verdadera que tanto hemos deseado.

Celebrar es el verbo de los cu­banos para nuevas metas. Na­die como nosotros sabe cuánto nos falta por hacer, en medio de tantas ataduras financie­ras. Por eso nuestro periódico también celebra. Somos parte de esa fe que se renueva con el 2025 y si de abrazo siempre hablamos, pues que llegue el nuestro a Guantánamo y a las demás provincias destacadas.

Se corta el aire y soltamos una expresión de ocasión: ¡Fe­licidades, Cuba!

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