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Al delito…, “ni un tantico así”

«Se trata de un ejercicio integral, con participación y control popular, que fortalece la unidad de nuestro pueblo y que está orientado sobre todo a enfrentar manifestaciones de corrupción, delito, ilegalidades, indisciplina social, actitudes antisociales o comportamiento antisocial, la evasión fiscal, las inadecuadas relaciones y distorsiones que pueden existir entre el sector estatal y no estatal, todo lo que afecta la tranquilidad ciudadana, contra los precios abusivos y especulativos”. Díaz-Canel Bermúdez

 

La azarosa historia de un país que, entre bloqueos, errores, crisis y rectificaciones, ha desarrollado y transformado radicalmente sus fuerzas y estructuras económicas, es medida por el esfuerzo cotidiano de cada uno de sus hombres y mujeres, cuyo empeño fundamental está en la satisfacción plena de sus demandas.

 

Ilustración : Osval

 

En definitiva, la realización del Ejercicio nacional de prevención y enfrentamiento al delito, la corrupción, las ilegalidades y las indisciplinas sociales constituyó la fuerza motriz de los esfuerzos que en pos de ese tema se realizan en el país. Sin dudas fue una semana intensa, en la cual se ejecutaron acciones que resultan la continuidad de tareas que ya se habían desplegado durante períodos anteriores.

Y es que las ilegalidades y el delito no pueden verse con quietud ni ser parte de la cotidianidad. Cierto es que se han apoderado de muchos espacios y hasta lo vemos como algo normal; nos convertimos en personas incapaces de rechazar tales actos, y nos “complacemos” a diario con los maltratos recibidos, la indiferencia y otros hechos similares, los cuales nos agotan la vida.

El ejercicio no puede verse como un acto de represión, sino como un llamado a cumplir con lo que está legislado. No fueron solo inspecciones a centros de trabajo, o a los nuevos actores económicos (mipymes, cuentapropistas o cooperativas no agropecuarias); ni operativos en los sitios de mayor incidencia delictiva o repercusión social; tampoco se centró únicamente en verificaciones fiscales o la imposición de multas por las violaciones de precio.

Sirvió, además, para realización de foros cívicos en centros educacionales, barrios y entidades administrativas; el fortalecimiento de los grupos de prevención de los consejos populares; barrio debates y charlas sobre el consumo de droga y violencia contra la mujer, sobre todo en aquellos lugares de alta incidencia de estas manifestaciones; ferias de empleo en aras de propiciar la incorporación de los desvinculados.

Pero eso sí, nos llamó a enfrentar y denunciar las actividades y comportamientos antisociales, la evasión fiscal, los precios abusivos, los fenómenos asociados a la corrupción, todo aquello que afecte a la sociedad, a la economía y a la seguridad de la población.

Ilustración : Osval

Había que actuar y pronto. Es verdad que fueron impuestas medidas de prevención y control (para eso es el ejercicio), inspecciones operativas y de carácter jurídico-penal y penitenciarias, a fin de suscitar la responsabilidad institucional y administrativa. Es verdad que se procedió contra las violaciones y se aplicaron multas cuantiosas a aquellos que lucran con la necesidad del pueblo y se creen “intocables” porque tienen los bolsillos pesados para corromper a funcionarios.

Este ejercicio fortaleció el control interno y externo de los organismos del Estado, el Gobierno, las entidades, así como el control social; sirvió, incluso, para intensificar el cobro de multas, articular a las organizaciones de masas y potenciar el sistema de información y denuncia de la población. Y demostró que es imprescindible el actuar más enérgico de directivos y cuadros de entidades claves de la economía; evaluar la profesionalidad y transparencia de todos los cuerpos de inspección en el ejercicio de sus funciones; y utilizar los estados de opinión para adoptar medidas puntuales, proceder en cada territorio con prontitud y no permitir que los males se agudicen.

Con anterioridad al desarrollo del mismo evaluaron un conjunto de diligencias atendiendo a las características de cada territorio, tales como control, inspección, operativos y tareas de carácter jurídico-penal. Asimismo, incluyeron la revisión de planes y el funcionamiento de los grupos de prevención, la vigilancia en centros estatales, el cumplimiento de la guardia obrera, la vigilancia revolucionaria, el accionar de las patrullas campesinas y de los destacamentos Mirando el mar.

 

Pasaje a la legalidad

Algo llamó la atención durante los días en que se desarrolló el ejercicio: por alguna razón inexplicable varios puntos de actores económicos NO estatales, dedicados a la venta de alimentos y otros productos NO abrieron sus puertas y mucho menos brindaron servicio. ¿Casualidad? Eso está por verse. Lo cierto es que ese tipo de actitud no debe permitirse, y la población así lo ha manifestado en las redes sociales. El reclamo fue casi unánime: “queremos que este ejercicio se convierta en una práctica sistemática, que se convierta en un instrumento de trabajo permanente”, pues resulta imprescindible borrar la imagen de que vivimos con la impunidad o que solo se trabaja por campañas.

Reza un refrán cubano que “al que velan no escapa”, así que ojo con aquellos que “se pasaron de vivos”, pues en algún momento también les tocarán a las puertas.

 

 

En el contexto del ejercicio se realizaron mil 380 inspecciones y detectaron mil 010 violaciones, fundamentalmente de los decretos 30, 91, 272, 193, 261, 18, 225, 141 y 155; así como de las resoluciones 111 y 146 (de 2024). Se impusieron un total de mil 010 multas.

Otras acciones permitieron identificar y capturar a un ciudadano que se  encontraba pendiente por lesiones; a un prófugo de la justicia y tres pendientes por denuncia. Pudo esclarecerse un hurto y sacrificio de ganado mayor y un caso de estafa. Decomisaron 25 cajas de tomates, 330 quintales de arroz y cuatro cubetas de miel de purga; y se realizaron 17 ventas forzosas. De igual forma, procesaron 138 denuncias y fueron cerrados 37 locales por violaciones de precios, y por no contar con código QR, entre otras violaciones.

Relacionado con el transporte, fue suspendida la asignación de combustible a 25 triciclos por no brindar servicio en la semana; retiraron cinco licencias operativas y tres patentes. Por evasión fiscal retiraron 54 patentes.

No vamos a continuar en la impunidad; experiencias como esta, con su necesaria prosecución sistemática, ayudarán en el objetivo de contrarrestar y neutralizar la corrupción, la desidia y los procederes indebidos que, a la larga, lo único que hacen es perjudicar al pueblo.

El pueblo opinó en las redes…

“Fue como un detonador que activó una bomba. Unos pasajeros y el cochero defendiendo, en clara muestra de la dañina falsa solidaridad, a los que cerraron durante el ejercicio, porque ‘si no fuera por ellos, estaríamos muriéndonos de hambre’;  el Estado no garantiza esto o lo otro. Y por otro lado los que defendíamos que no debían esconderse y que ‘el que no las debe no las teme’; también estaban  los preocupados porque está sea una acción sistemática y no anunciada”.

“¿Este  será un ejercicio sistemático como demanda el pueblo, o solo una medida de choque? ¿Qué va a pasar con los que juegan a las escondidas en medio del ejercicio? ¿Conocemos los daños que provocan las ilegalidades en el incremento de la desigualdad social? ¿Dónde está la cultura tributaria?”.

“Los negocios ‘cerrados’, ‘de viaje, ‘enfermos’ y hasta con ‘pasmovirus’. Sí, porque a los negocios (negociantes) en tiempos de control contra las ilegalidades les sucede de todo esto, pero…, como no hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista, aquí viene el segundo refrán: “Al que velan no escapa” y hay una pila de gente para velar…”.

 

Ilustración : Osval

 

“Hace falta que las autoridades actúen contra los negocios que ‘descaradamente’ cerraron por miedo a las acciones de control contra la corrupción y las ilegalidades”.

“Quien no la debe, no la teme… Entonces por qué ocultar lo lícito. A no ser que ese ‘negocio’ tenga comején…”.

“Luego de iniciada la semana contra las ilegalidades y los precios abusivos, hay puntos de ventas que han cerrado, qué casualidad. Sería bueno investigar las causas, ¿acaso se les acabó la mercancía…?”.

“Realmente es así, ya es costumbre o hábito como quieran llamarle cerrar siempre que vienen inspectores. Los controles nadie debe verlos como destructivos al contrario es saludable tanto persona natural como jurídica. Si usted lo tiene todo en orden ¿por qué tienes que cerrar? No se justifica”.

¡Quien no entienda por conciencia tiene que entender por la ley, cierto es que siempre que vienen inspectores, cierran. Mientras tanto las panaderías siguen acabando y no veo sancionados, la harina cuesta mucho y la dirección del país se desvela buscando vías para traerla o el trigo, y este mundo del pan NO CAMBIA. Esta semana hasta los vendedores de pan se desaparecieron?  (Tomado de 5 de Septiembre)

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