Hace solo unos días la alerta de Facebook me indicaba el cumpleaños de una deportista que admiro, respeto y quiero, a quien me unen lazos profesionales inolvidables. Han pasado apenas tres días de que cumpliera 32 años, pero Arlenis Sierra tiene una felicidad mayor hoy y no puedo dejar de contarlo: será madre en los primeros meses del 2025.
La primera vez que supe de ella estaba en la categoría juvenil y los entrenadores hablaban así: «periodista, hay una muchacha granmense que es un súper talento y me gustaría que la entrevistaras».
Con la lógica del periodismo y los ojos vivos por una exclusiva la encontré dos o tres veces en el velódromo Reinaldo Paseiro, pero apenas soltaba la primera pregunta Arlenis reía y huía a la grabadora.
No insistí más hasta que la vida nos puso a ambos en un acontecimiento único. Los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011. Esa mañana del 22 de octubre se corría la ruta del ciclismo y puedo dibujar de memoria cómo llegué en solitario hasta el lugar de la arrancada, pues ningún colega pensó ni remotamente que en esa prueba Cuba haría historia y mucho menos que Arlenis Sierra, con 18 años hiciera la hazaña que hizo.
Arlenis estaba conectada con los Dioses del Olimpo esa mañana calurosa. Se soltó temprano en una fuga personal que ningún especialista vaticinó completaría en 80 kilómetros de recorrido. Pero los minutos iban pasando y la manzanillera seguía fuerte, ojos grandes y piernas sincronizadas. Sus compañeras Yumari González (otro grandísima del ciclismo cubano) y Yudelmis Domínguez aguantaron atrás al pelotón como escuderas fieles de la novata.
El oro de Arlenis sobre el mediodía me hizo saltar y gritar junto al camarógrafo Antonio Gómez. Y como si no bastara, Yumari y Yudelmis terminaron plata y bronce. Salí corriendo atrás de Arlenis como el bólido Bolt del periodismo tras una primicia. Y allí pude obtener mi primera entrevista. Aún agitada y con el mismo temor a las grabadoras y ahora a las cámaras de televisión puedo recitar sus frases:
«Estoy muy contenta por esto, no lo esperaba, pero vi la oportunidad y solo me repetía: dale Arlenis que tú puedes, dale, dale, que ya falta menos, que toda Cuba te está mirando, y lo logré…. Todavía lo cuento y la piel se eriza por la autenticidad y sencillez de sus palabras.
Desde ese momento, más de 10 o 15 veces he vuelto a entrevistarla. Hemos compartido, junto con su pareja también ciclista, Leandro Marcos, momentos espectaculares con el grupo Buena Fe o llamadas telefónicas de último minuto como la del 25 de septiembre del 2021, cuando terminó quinta en el Campeonato Mundial de Ruta, algo inédito e irrepetible hasta hoy en el ciclismo cubano.
Sin embargo, la felicidad de Arlenis (y también, por supuesto, de Leandro y toda la familia) es hoy la espera de ese niño o niña. Quizás sea travieso y ocurrente como ella, o más sosegado y reflexivo como el padre y el abuelo (el comisario internacional UCI Héctor Marcos). Será la medalla más sagrada y hasta me atrevería a asegurar que volveré a entrevistarla con interrogantes que apunten nuevamente a la emoción.
¡Felicidades por tu cumple, Arlenis! Los cubanos que aman el deporte, el ciclismo y la vida no te olvidan. Y esperamos tu sprint de mamá.
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