A pesar de la escasez de combustibles, de los apagones y de cosechas afectadas por factores climáticos, la empresa agroindustrial Victoria de Girón cerró el mes de noviembre de este año reduciendo a solo dos, los 74 millones de pesos de pérdidas económicas del 2023, y según su director, la intención es llevarla a cero, y tener utilidades.
Su buen desempeño contrasta con el saldo negativo de entidades del propio Ministerio de la Agricultura como la de cultivos varios Vladimir I. Lenin, que no acaban de entender su rol. Si en las mismas circunstancias unas empresas prosperan, por qué otras no.
La pregunta la hizo Mario Sabines Lorenzo, primer secretario del Comité Provincial del Partido, para ilustrar lo perentorio de generalizar las buenas experiencias en un contexto en el que la producción de alimentos, la generación eléctrica y resolver las distorsiones de la economía, lo transversalizan todo.
Por eso, a su juicio, resulta crucial acortar distancias en la solución de los problemas, y avanzar hacia la prosperidad necesitada, un propósito al que no se ayuda si se sigue sin hacer producir la tierra entregada, no sacan provecho a los equipos y herramientas, andan mal las contrataciones agrícolas y los encadenamientos productivos, o hay pérdidas financieras, las cuales evidencian las trabas puestas al salario y crecimiento de los ingresos.
El demorado despegue también se dificulta si la indisciplina empresarial lleva a gastar más electricidad que la que toca, hay evasión fiscal en el sector privado, violaciones de precios, delitos o factores subjetivos que afectan el cronograma de los parques fotovoltaicos, inversiones de las que se esperan calidad y ejecución en menor tiempo posible.
Esos y otros escollos surgen, porque falta trabajar con más laboriosidad, aseguró Sabines Lorenzo, convencido de lo que representa la unidad del Partido, la CTC y los sindicatos para transformar, obtener resultados, y que la provincia aporte al país lo que de ella se necesita, de acuerdo con sus reales potencialidades.