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Ciudad de futuro

Decir Universidad Tecnológica de La Habana José An­tonio Echeverría (Cujae) es decir orgullo, compromi­so y continuidad. Una casa, dirían muchos, al referirse a esta cantera de formación académica. Una, de la que algún día te marchas, pero que siempre llevas en el corazón. Otros no quieren irse: la sienten, la quie­ren e incluso la viven como un hijo más, como si fuese su propia fami­lia. Esos son los que están, los que pese a las canas y a la figura no tan atrevida como antes, continúan su labor, pues en sus manos está la for­mación de la futura generación.

¿Quién pudiera decir lo con­trario? Hoy la Cujae está de fiesta. Suman seis décadas y mantiene la misión de formar los arquitectos, in­genieros y técnicos revolucionarios, competentes y comprometidos con la obra del país.

Foto: José Raúl Rodríguez Robleda

Tras sus muros hay historia y juventud. La COVID-19, la coyun­tura energética, así como el contex­to económico han sido obstáculos a superar, pero “no nos detenemos, seguimos avanzando”, explicó la doctora ingeniera Ana Isabel Gon­zález Matos, vicerrectora docente.

Posee una matrícula de más de 5 mil 300 alumnos, distribuidos en 13 carreras pertenecientes al curso diurno y 10 al curso por encuentro, además de seis programas de ciclo corto.

El trabajo no cesa. La institución cuenta con más de un centenar de alumnos ayudantes y de auxiliares técnicos que apoyan la tarea docente. Su claustro de profesores es de 673 de los cuales más del 40 % cuenta con el grado científico de Doctor.

Como dijera el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz “el concepto de universidad tiene que entrañar la investigación”. Por eso, entre sus prioridades está continuar fortale­ciendo la estrategia educativa del año, el trabajo científico-metodo­lógico en cuanto a los sistemas de evaluación del aprendizaje y las téc­nicas didácticas innovadoras que apoyen el Objetivo de Desarrollo Sostenible de Educación de Calidad.

 

El secreto de los años

Llegó temprano a la entrevista, solo para inquirir si podía venir más tarde porque tenía clases. No que­ría fallarnos, pero la docencia es lo primero. Ya está mayor, pero se mantiene firme, no se queja ni se derrumba, sabe que sus alumnos la esperan en las aulas para seguir ad­quiriendo toda su experiencia.

Lourdes Zumalacárregui de Cárdenas todavía recuerda sus años de estudiante. El tiempo no ha men­guado los ímpetus de esta profeso­ra titular y Doctora Honoris Causa con más de 50 años en la Cujae. Le pregunto el secreto de tantos años: “amor, solo el amor”, afirma.

“Mi familia vive celosa de esta escuela pues dicen que la siento como mi casa”. Aquí acumula una larga trayectoria de dirección, pues ejerció como vicerrectora por algu­nos años y otras labores dentro de la facultad de Ingeniería Química. No obstante, ya jubilada, funge como jefa del Grupo de Investigación, creado en el 2006, con el propósito de analizar los diferentes procesos productivos y su eficiencia en los campos biotecnológico, químico, alimentario y tecnológico.

Los ejes de trabajo están rela­cionados con el desarrollo de los derivados de la industria azuca­rera, como el alcohol; y la aplica­ción en esta de la economía circu­lar, así como otros resultados de gran impacto para el país, lo que reafirma el vínculo universidad-empresa.

 

La comunidad universitaria y el sindicato

No andan por separado, son uno. La actividad docente y el sindicato es­tán relacionados a fin de lograr que la Casa de Altos Estudios continúe siendo un ejemplo en la nación. Es activo, comprometido y fuerte, pre­cisó Maikel Barrera Balbuena, se­cretario general del buró sindical, director y profesor del Departamen­to de Educación Física y Deporte, quien señaló que de un colectivo que supera los mil 186 trabajadores, 953 están afiliados.

Mucha juventud y experiencia inundan aulas, pasillos y talleres. Foto: José Raúl Rodríguez Robleda

Para Maikel trabajar con los jóvenes representa siempre un de­safío pues llegar a ellos, “los pinos nuevos” exige mayores ideas nove­dosas que logren captar y mantener su atención. Y ante la pregunta de ¿cómo lo logra?, afirmó con convic­ción “siendo tan joven como ellos. Ya son 15 años y aún sigo apren­diendo cosas nuevas”. Y sonríe, le gusta cómo suena y repite, repite fuerte: “¡Es que esta universidad tiene la magia de enamorar al que a ella llega!”.

Esto solo se logra con la uni­dad. Un ejemplo clave fue que tras el paso del ciclón Rafael, la labor sindical se desplegó. Varios gru­pos de estudiantes y trabajadores se trasladaron hasta las provin­cias más afectadas, y desde ahí, pudieron cicatrizar algunas he­ridas con una ola de solidaridad, principalmente haciendo dictáme­nes en viviendas afectadas total o parcialmente, y además labores de saneamiento con la recogida de ár­boles y escombros

Al respecto, María Isabel Yepe Muñiz, presidenta de la Federa­ción Estudiantil Universitaria (FEU) en el centro y estudiante de Ingeniería Biomédica manifestó que están preparados y seguirán dando lo mejor por Cuba.

Destacó la ascendencia de la or­ganización entre el estudiantado que también responde a las tareas no do­centes como los juegos deportivos, los talleres de patrimonio y otras actividades complementarias. La FEU vela porque los jóvenes estén bien dentro y fuera de la institución, y junto al sindicato, “son un todo”, reafirma Maikel Barrera. Son ma­neras de actuar que permiten buscar la integralidad en la formación de los futuros profesionales y en general, de todos los empleados.

Uno de los talleres donde se forman los futuros ingenieros. Foto: José Raúl Rodríguez Robleda

Tantas memorias, tantas ale­grías. Los juegos 13 de Marzo tan famosos dentro de la comunidad cu­jaeña, son el espacio alternativo para demostrar todas las habilidades de­portivas, y al final pese a la rivalidad entre facultades gana la amistad, esa que representa un capítulo en la larga y rica historia de una escuela donde se apuesta todos los días por el futuro e impulsar el desarrollo soste­nible a partir de estrategias vincula­das al sector empresarial.

De tal prioridad fuimos testigos en la XXI Convención Científica de Ingeniería y Arquitectura, uno de los eventos más importantes de la Cujae celebrado la semana pasada, con el objetivo de fortalecer la coo­peración entre universidades, em­presas e instituciones, y promover alianzas estratégicas internaciona­les para integrar la ciencia con las demandas de la producción.

Sigan trabajando, mejorando, perfeccionando su entidad. La ruta ya está trazada. Como expresó el Líder Histórico de la Revolución Cubana: “Y en el futuro la activi­dad, el trabajo del estudiante será no como una profesión, sino como un medio de formación”.

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