La selección masculina cubana de baloncesto volvió a dividir en la más reciente ventana clasificatoria rumbo a la AmeriCup 2025 y depende de sí misma para lograr el cupo en los dos últimos choques que se disputarán en febrero del 2025.
Hace nueve meses los muchachos de Onel Planas se fueron con una derrota (100-79) y una histórica victoria frente a Estados Unidos (81-67); ahora consiguieron vencer a Bahamas (76-62) y cedieron ante Puerto Rico (73-81) con una buena demostración.
De momento ese balance ubica a Cuba en el tercer lugar del grupo D, con idéntico cómputo que los boricuas y por detrás del líder Estados Unidos, que tiene 3 y 1.
Sin duda, haber conseguido un triunfo ante los estadounidenses, no volver a enfrentarlos es un punto a favor para el elenco cubano, que llegará a febrero con una difícil tarea, pero con posibilidades de obtener el boleto.
En esta ocasión, fundamentalmente en el desafío contra los puertorriqueños, los de la Mayor de las Antillas sufrieron las ausencias de Karel Guzmán, Yoel Cubillas y el estelar Jasiel Rivero, y si a esto le sumamos la expulsión de Howard Sant-Roos, podemos entender mejor el bajón que vivió el equipo sobre el cierre del tercer parcial y en el último cuarto, en el que Reynaldo García tuvo que remar prácticamente solo, dada la fatiga de los principales hombres y la poca profundidad de un banquillo que solo aportó cuatro puntos ante los 35 que lograron los hombres del banco boricua.
Si bien es cierto que en las más recientes convocatorias se ha notado el fortalecimiento de la nómina, lo vivido en la última presentación es un llamado de alerta para seguir buscando jugadores de nivel que puedan sumarse al conjunto, así lo reconoció el director técnico Onel Planas en la conferencia de prensa posterior al partido y adelantó que hay contactos con algunos atletas que se desempeñan en Europa.
De esta última ventana, lo positivo es que vemos un equipo que fluye sobre las tablas, capaz de competir ante rivales muy exigentes y que además ha mejorado los porcentajes de acierto de cara al canasto, así como en el trabajo defensivo.
En febrero se decidirá todo. En contra, los dos juegos que restan serán de visitantes, aunque, si las lesiones lo permiten, Cuba deberá llegar con un grupo más sólido para mantener viva la esperanza.