Texto tomado de la entrevista a Gregoria Camejo (Un evangelio que alimenta el alma)
La vida de Gregoria Camejo Reyes es una epopeya que podría firmar… ¿Qué escribo? ¡Por favor Disculpe! Ya basta de verbos y adjetivos de aburridos colores.
A mis hijos le inculqué el amor a la patria. Le hablo de mis experiencias. De defender su tierra. Luche por hacerlos buenas personas, creo que lo logré. Quiero llegar a los 120 años es uno de los retos que tengo. Otro es que los muchachos de hoy comprendan lo necesario de ser buenos y útiles. Seriamos una Cuba mejor, dijo esta increíble mujer.
Nuestra educación tiene incontables logros, sin embargo, hemos decaído. Hay alumnos que llegan respetuosos y a los 15 días de estar en el aula son otros. Cada curso es mas complicado –señala y sus manos de largos dedos como velas de oscura cera se agitan nerviosamente– entro al aula y me tiemblan las piernas a veces pienso que me caeré este año. He tenido estudiantes a los que le di dinero para que visitaran a sus padres en la cárcel. Otros de familias disfuncionales, apuntó este ejemplo digno de imitar.
Así es Gregoria, una mujer que ya casi al cumplir sus 95 primaveras sigue con el machete en alto como buena mambisa dando ejemplo para las actuales y venideras generaciones.
Gregoria Camejo trabaja actualmente en el instituto politécnico amistad cubano-soviético.