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Tras el paso de huracanes, cambiar estrategias de siembra

Las significativas pérdidas de cosechas y animales, tras el impacto de dos huracanes de gran intensidad en las regiones occidental y oriental, han puesto en tensión a todo el sistema de la agricultura cubana dado el peligro de no poder garantizar para los meses venideros los alimentos que demanda el país.

Según informó a medios nacionales y extranjeros Joaquín Alonso Vázquez, ministro de Economía y Planificación, se notifican perjuicios en 37 mil hectáreas dedicadas a la producción agropecuaria, así como en 381 instalaciones agrícolas, con daños considerables en el sector,  valorados en torno a los 383 millones de pesos, preliminarmente.

 

 

Por suerte, avanza la recuperación de las provincias Artemisa, Mayabeque y Guantánamo, cuyas plantaciones e infraestructura agropecuaria resultaron muy golpeadas por los embates del huracán Rafael (en el occidente), y de Oscar (en el oriente), donde semanas después un sismo- y muchas replicas- de gran intensidad sacudió a municipios granmenses y santiagueros.

Ante estas calamidades, la agricultura cubana deberá replantearse la estrategia de la campaña de frío, especialmente en los cultivos de arroz, frijol, plátano, yuca, boniato y maíz, y en todos los casos subir la parada en cuanto al incremento de los volúmenes.

De acuerdo con el Ministerio de la Agricultura, sólo con el impacto de “Rafael”, de un plan en noviembre de siete mil 904 toneladas (t) se han entregado a la industria 312 t de carne bovina, y de los 27 millones 311 mil litros de leche para la venta al Estado se han garantizado seis millones 315 mil litros, un promedio diario de 631 mil litros.

El llamado de la dirección de la nación  de sobreponerse a este momento crucial y complejo requiere motivar, comprometer y persuadir a productores y colectivos; la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños con sus campesinos y cooperativas, y los sindicatos Agropecuario, Forestal y Tabacalero; así como el Azucarero, con sus colectivos.

Lo cierto es que los devastadores eventos naturales dejaron secuela de daños en casi todos los ramos de la economía y la sociedad, de las provincias afectadas, desde la vivienda hasta en instituciones de la salud, la educación, las comunicaciones, la industria… sin olvidar las dificultades con el sistema electroenergético nacional, cuyos apagones han interrumpido los flujos de producción y servicios.

Cuando desde hace tiempo Cuba atraviesa por serias limitaciones financieras, con el combustible y otros tantos recursos, priorizar lo urgente quizás no sea lo que podría resolver a largo plazo o de por vida un asunto, pero no pocas veces hay que tomar ese tipo de decisiones y continuar posponiendo planes, proyectos o estrategias.

Entonces en medio de la economía de guerra que vive una Isla bloqueada y acusada injustamente de promotora del terrorismo, la producción de alimentos sigue teniendo el máximo de prioridad, y ahora con la agudización de la situación económica el esfuerzo, la creatividad, la voluntad de sobreponerse tienen que ser mayores.

Vale destacar la ayuda de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) al brindar financiamiento total de 680 mil dólares, que incluye recursos propios y apoyo del Fondo Central de Respuesta a Emergencias (CERF), en beneficio de los trabajadores de los giros agrícola, ganadero, agroforestal y pesquero de los municipios guantananeros afectados por “Oscar”.

La FAO  centrará sus esfuerzos en la rehabilitación temprana de la producción local de cultivos de ciclo corto, la recuperación del ganado ovino y caprino y de la producción pesquera; así como de los medios de vida de esos hombres y mujeres de los municipios de San Antonio del Sur, Imías, Maisí y Baracoa.

Otra noticia alentadora es que por Güines comenzó este domingo 17 de noviembre la siembra de papa en Mayabeque, donde Salvador Valdés Mesa, vicepresidente del Consejo de Defensa Nacional (CDN), elogió el uso de semillas nacionales, además de subrayar, como otros propósitos, el empleo de la agroecología y que al referido tubérculo que se produzca en el Oriente del país sea con bioproductos, también fabricados dentro de fronteras, y con los cuales se obtienen buenos rendimientos.

Valdés Mesa orientó no desmontar el trabajo que se está haciendo porque Artemisa fue devastada por “Rafael” y, por ende, hay que hacer grandes esfuerzos para armar todas las máquinas y recuperar las áreas, y en ese espacio de no sembrarse papa es ideal cultivar frijoles u otros productos del campo, señaló.

Si antes de los embates de los eventos naturales no eran pocas las dificultades para importar alimentos, combustibles y otros insumos debido a la escasez de divisas,  los obstáculos que crea el bloqueo estadounidense para acceder a créditos y el alza de precios en el mercado internacional, será necesario replantear la estrategia de la campaña de frío que ahora comienza.

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