Según informó la Agencia Cubana de Noticias, se espera que a la mayor bolsa comercial del Caribe asistan representaciones de más de 60 naciones, que incluye una decena de delegaciones oficiales, y más de 700 empresas (entre ellas unas 200 nacionales).
Hilvanar toda esa presencia internacional y del patio, con un intenso programa de intercambios, foros, presentaciones de productos y servicios, así como la concreción de acuerdos en negociación y la exploración de nuevos horizontes beneficiosos para las entidades participantes, requiere de una labor técnica y hasta diplomática de gran envergadura a la cual hay que sacarle todo el partido posible.
No es despreciable tampoco el esfuerzo previo para la remodelación y mejoría de una parte de las instalaciones de Expocuba, histórica sede de estas citas cuyo colectivo de trabajadores ha destacado por su profesionalidad y dedicación durante decenios.
A la Feria hay que ir entonces con objetivos claros y propósitos que luego sean palpables y medibles. Para las entidades cubanas en particular este momento puede ser crucial para asegurar sus planes de exportación del próximo año o incluso pensarlos a mayor plazo, una urgencia de nuestra economía a la cual con frecuencia ayuda mucho la exploración de intereses de socios y mercados internacionales en espacios como Fihav.
La presentación de una actualizada cartera de oportunidades de inversión extranjera prevista para el VII Foro de Inversiones, ya habitual en el contexto de la Feria, es también el resultado de una sistematización permanente que cada año perfecciona, amplía y dirige con mayor precisión las ofertas de negocios conjuntos con capital extranjero, en todas sus variantes, hacia los sectores, áreas e infraestructuras disponibles en el país y con mayores atractivos para ese tipo de alianzas mutuamente ventajosas.
La participación en la Feria de varias decenas de micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) es otra señal que evidencia la transformación del modelo económico cubano y las potencialidades de estos actores para fomentar determinadas producciones y servicios en los cuales ese tipo de estructura empresarial más flexible y dinámica puede resultar más efectiva.
Es esta también la ocasión para perfeccionar, ajustar y ejercitar todo lo relativo a nuestro aprendizaje empresarial en saberes como la publicidad, el marketing, el diseño y la comunicación institucional, destrezas que tienen en las ediciones de Fihav un marcado protagonismo, sobre todo de cara al público asistente, aunque sin dejar de considerar en esta ocasión las condiciones económicas del país, y el llamado de los organizadores a “una feria austera, decorosa, digna y exitosa”.
Y luego, por supuesto, habrá que darle seguimiento a todo lo que se converse, pacte, proyecte en la Feria. Porque en esa continuidad está el verdadero éxito de un encuentro como este, que constituye muchas veces solo una aproximación inicial a actividades económicas similares o complementarias, aunque también sirve para estrechar vínculos ya existentes.
De cualquier modo, Fihav 2024 es una respuesta práctica muy oportuna para acompañar la victoria de hace solo unos días en la Asamblea General de las Naciones Unidas, cuando 187 Gobiernos votaron a favor de la resolución cubana que pide el cese del bloqueo económico, comercial y financiero contra nuestro país.
La admisión de Cuba como miembro asociado de los Brics durante su XVI Cumbre celebrada en Rusia es otro jalón reciente que desbroza el camino para integrarnos más a las economías mundiales, sobre la base de relaciones beneficiosas y sin condicionamientos políticos, lo cual se expresa en lazos comerciales como los pueden establecer en esta Feria Internacional de La Habana.