Con indicaciones y acciones que derivan del Consejo de Defensa Provincial, los nueve Consejos de Defensa Municipal, y los 126 Consejo de Defensa de Zona, las entidades estatales y la población de Santiago de Cuba se prepara lo mejor posible para el anunciado impacto de fuertes aguaceros.
En esas estructuras de dirección se puntualizan las tareas que se desarrollan en la base con la prioridad máxima de la protección de la vida humana, sin descuidar el poner a buen resguardo los bienes materiales, tanto estatales como privados.
La comunicación por todas las vías posibles, en particular persona a persona por intermedio de los líderes comunitarios, resulta constante en virtud de los altibajos con el servicio eléctrico.
Ya están previstos los servicios de salud de urgencia y emergencia en los más de 241 asentamientos que se incomunican por intensas lluvias principalmente en los municipios de Guamá y Tercer Frente, así como en los consejos populares de Laguna Blanca, en Contramaestre, y de Sigua, en Santiago de Cuba.
Del mismo modo, muy pendientes a los 30 asentamientos que se ubican aguas debajo de los embalses de la provincia, los cuales tienen una permanente vigilancia por parte de los especialistas de Recursos Hidráulicos.
Se cumple, igualmente, con otras cuestiones como el traslado a centros asistenciales a pacientes que requieren hemodiálisis y embarazadas a término, los campistas han regresado a sus hogares y a los turistas extranjeros se les ubica en instalaciones alejadas de peligros potenciales por intensas lluvias.
Todo está en función de reducir vulnerabilidades para minimizar los impactos que esta nueva condición de la naturaleza impone a los habitantes del Oriente cubano.