Innovar es crecer, lema que define a su III Conferencia Nacional en mayo próximo se corresponde con el principio trascendental: las innovaciones para lograr fortalecer, promover y orientar la iniciativa creadora de los trabajadores cubanos, donde los sindicatos desempeñan un papel fundamental.
Con un paso adelante
“Es un honor, y el resultado viene del esfuerzo colectivo”, afirma con orgullo José Raúl Pérez Mora, presidente de la Anir en el Centro de Investigación y Desarrollo de Medicamentos (Cidem), nervioso ante la entrevista, “pero estamos seguros de que podemos hacer más”.
Ya son siete años batallando, comenta, y no cesa, continúa su labor activa en cada uno de los procesos que surjan. José Raúl es tecnólogo de avanzada de primer nivel, dedicado a la investigación y desarrollo de medicamentos, cosméticos y complementos nutricionales de origen químico, biotecnológico y natural en el centro, y con más de 26 años de experiencia en la industria farmacéutica en la que ha ocupado diversos cargos. Para él la fortaleza está en la unidad. Sin ella, subraya, no podemos lograr un trabajo de excelencia donde “la investigación, el desarrollo, la producción y la comercialización de medicamentos es la prioridad”.
El Cidem ha participado en varios proyectos vinculados a programas nacionales y sectoriales que tributan a investigaciones básicas y al desarrollo de fármacos innovadores, genéricos y de origen natural de acuerdo con las exigencias de los organismos regulatorios nacionales e internacionales.
“Nosotros trabajamos la línea de la innovación, y esto ha propiciado la creación de medicamentos para el procedimiento preventivo y terapéutico de úlcera duodenal, enfermedades catarrales, gástricas y para el tratamiento de la COVID-19. Uno de los avances más significativos ha sido la transferencia a la Empresa Laboratorio Farmacéutico de Medicamentos Líquidos Orales (Medilip) de cuatro jarabes: de orégano, de aloe, solución viscosa de aloe 50 % e Imefasma jarabe, los cuales tuvieron un gran impacto durante la pandemia al ser complementarios para esta difícil etapa”, explicó.
“No obstante, el camino no ha sido fácil. Para alcanzar el objetivo seguimos la ruta de la Anir, porque nuestra industria es una de las más afectadas debido a las consecuencias del bloqueo”, afirmó.
Hombre de vasta experiencia laboral y de liderazgo, subraya que buscan soluciones ante esas barreras impuestas para la obtención de materias primas, materiales, piezas de repuesto y equipamiento para la producción de medicamentos. “Ahora podemos decir con orgullo que somos un colectivo de gran prestigio a nivel nacional”.
Comenta José Raúl que acumula dos años al frente de sus aniristas y con la responsabilidad que implica pertenecer a un centro que es vanguardia dentro del sector que cada día se supera.
“Mi voz es la voz de todos los trabajadores de la salud y de BioCubaFarma”, reafirma, un camino destacado y de reconocimientos de la Anir y que hoy levanta junto a sus compañeros tanto a nivel nacional como provincial, resultado del esfuerzo, compromiso y sacrificio de un colectivo con más de tres decenios dedicados a la producción de medicamentos.
Ponerle la tapa al pomo
Otra cosa sucede con la Empresa de Bebidas y Refrescos de La Habana (Ember-LH), aun cuando su camino es diferente al de Cidem, los unen las capacidades de innovación. Al conversar con el presidente de la Anir del centro pudimos comprender los avances alcanzados en los últimos tiempos.
“Tengo la responsabilidad de dirigir el comité de innovadores y racionalizadores desde hace dos años, manifiesta el joven Eusebio García Hernández, es un honor ser parte de ellos, pues la capacidad de aportar soluciones a las dificultades que se presentan en el quehacer diario laboral propicia el desarrollo de la empresa”.
Con un gran prestigio ganado, Ember-LH ha logrado sobreponerse a la falta de recursos monetarios y técnicos, a causa del bloqueo impuesto por el Gobierno de Estados Unidos. Sus hombres y mujeres ponen “las ideas en función de mantener la producción industrial”.
Según Eusebio, la contribución a la III Conferencia de la Anir, ha sido seguir trabajando por el correcto funcionamiento de las organizaciones de base, alcanzar una participación activa de los aniristas en la planificación económica de la empresa junto al comité de ciencias e investigación y tecnología, y contribuir a la producción de alimentos con los recursos propios.
La tarea no es simple. Se necesita el apoyo de todos. Por eso otro punto que resalta es cuánto hacen para mantener las producciones y favorecer el incremento de las exportaciones, sobre todo su renglón clave: el ron Legendario.
Otro ejemplo relacionado con la batalla por la eficiencia resultan las innovaciones enfocadas en el mejoramiento y continuidad de la producción. Una muestra es la máquina de tapones plásticos y el saborizante para refrescos. La primera surgió ante la falta de tapones y tapas para las botellas de vinagre, ron y vino seco.
“Lo que se logra no es capaz de abastecer toda la producción de bebidas que tenemos, precisó, pero sí ha ayudado bastante y ha significado un ahorro pues fabricamos hasta el equipo. Además, con nuestros recursos hemos adaptado, formulado y cambiado algunos de los productos para que se parezcan lo más posible al original”, explica en cuanto al saborizante de refrescos, mientras recuerda cada una de las etapas vividas para hoy pertenecer a un colectivo vanguardia nacional.
Inteligencia y racionalidad
Cabe resaltar que lo más importante para estos aniristas es el desarrollo mediante ideas claves en la producción. Estas historias son la prueba de que se puede seguir avanzando a partir de pocos recursos, si estos se utilizan con inteligencia y racionalidad.
“Buscamos siempre ayudar a la población, reafirma Eusebio, no daremos un paso en falso para conseguirlo, nos corresponde hacerlo en estos momentos difíciles y no pararemos; seguiremos creando”.