Por Dayana Menzoney Justiz y Jorge Pérez Cruz
«Al llegar a San Antonio del Sur nos dieron la tarea de la reparación vial para lograr el acceso entre esta localidad e Imías, debido a la ruptura de más de 20 metros de los estribos, la parte que conecta la carretera con el puente.”
Así recuerda Maikel Brito Peña, director de la Empresa de Construcción y Montaje (Conalza), de Las Tunas, la misión encomendada cuando arribaron a Guantánamo, tras el devastador azote del huracán Oscar.
Brito Peña resalta que fue rápida la respuesta a la convocatoria del Ministerio de la Construcción, y los trabajadores designados desde hace varios días apoyan la rehabilitación de obras dañadas por el impacto del fenómeno meteorológico en la hermana provincia del sur de Cuba, la más afectada.
Explica que las labores consistieron en la restauración de ambos estribos, con todas las condiciones técnicas, lo que posibilitó el acceso al poblado de Imías. “Fue un arduo trabajo de nuestro colectivo, que en 52 horas completó la encomienda. Había muchas personas y organismos en espera de esta respuesta para cruzar», dice satisfecho.
Agradecen el reconocimiento de la dirección del país, “cuando culminamos esta misión recibimos un mensaje de felicitación y agradecimiento del presidente Miguel Díaz-Canel, y del primer ministro Manuel Marrero Cruz, porque se esperaba por esto para llegar hasta allí con alimentos. De no existir esta vía, se tiene que hacer un recorrido muy largo y más complejo».
Son 23 los trabajadores integrados la brigada de Conalza que llevó hasta tierras guantanameras camiones, retroexcavadora, motoniveladora y todos los equipos necesarios para sacar adelante cada una de las tareas que les han asignado.
Cuenta que en la jornada de este lunes intervinieron en la reconstrucción de unos 200 metros de un tramo de vía afectado durante en la localidad de San Antonio del Sur, y detalla que hicieron un desvío para dar paso; y están inmersos en la culminación de esta obra, en medio de las dificultades ocasionadas por las condiciones climatológicas y el caudal del río, pero, “aun así, aquí nos encontramos los constructores de Las Tunas», remarca.
Solo cuatro o cinco horas descansan diariamente estos hombres, cuyo empeño dice mucho de la fibra solidaria de los hijos de la tierra de Vicente García.
Foto: Cortesía de Maikel Brito