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“Carga” sindical solidaria

Con esa carga solidaria que cada cubano lleva en su mochila, una vez más el apoyo entre los cubanos se pone de manifiesto ante el paso de un evento climatológico de envergadura; en esta oportunidad, además de las muestras de solidaridad y acompañamiento espiritual, se hacen donativos para los residentes de Guantánamo, en especial, destinados a los cuatro municipios más afectados por el huracán Oscar: San Antonio del Sur, Imías, Maisí y Baracoa.

Wilber Martínez Valdez (Primero de derecha a izquierda), estuvo entre los primeros, con su sindicato de las comunicaciones, en asistir a la entrega de las donaciones. Fotos: Gerardo Mayet Cruz

Tras el llamado de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y sus sindicatos, no se hizo esperar el gesto altruista de varios colectivos laborales, que alistaron sus valijas para enviar a esa provincia, comentó Yusmary Olivera Pupo, secretaria general de la CTC aquí.

Muchos aportes y rostros anónimos van en cada donativo, desde útiles del hogar, avituallamiento, prendas de vestir, materiales de oficina y de escuela, juguetes, aseo, alimentos y demás desprendimientos, que devenido en cálido encuentro emocional, tuvo lugar en el patio de la sede central del movimiento obrero de la Isla de la Juventud.

Cadena humana

Las cadenas de tiendas TRD y Cimex, así como otras dependencias pertenecientes al Sindicato de Civiles de la Defensa, estuvieron entre los protagonistas de esta iniciativa que incluyó paquetes de espaguetis, latas de alimentos, aceite, leche y demás productos que, si bien no alcanza para todos, sí ayudará a aliviar carencias en un momento tan crítico a quienes perdieron sus hogares.

Wílber Martínez Valdez, técnico medio en climatización con 18 años de experiencia en el sindicato de las comunicaciones, no titubeo cuando informaron en su sección sindical la posibilidad de realizar aportes monetarios en cuentas bancarias habilitadas en CUP para donaciones, a favor de los damnificados por el huracán Oscar.

Supo que podían ser por transferencias, cajeros automáticos, plataformas Transfermóvil y Enzona, kiosco de BANDEC y Banca Remota de BPA o depositar el efectivo en cualquier sucursal bancaria. Su colectivo aportó más de 11 000.00, de ellos 2 000 salieron de los ahorros de este trabajador.

“No podía ser de otra manera. La mamá de mi hija Dailín, murió en el accidente ocurrido en las guaguas Batabanó-Habana hace un tiempo y ahí estuvieron también las manos amigas para los gastos del hospital de los familiares. ¡Cómo no donar!, ese gesto jamás lo olvidaré”, expresa emocionado mientras ayuda a sus compañeros a acomodar las cajas traídas.

Aunque ya se muestra una recuperación de los daños en los cuatro municipios guantanameros más afectados, donde se trabaja sin descanso, sigue predominando como leit motiv la palabra: confianza, como subrayó Maricelda García Cordoví, especialista de Gestión Documental y Archivo y, además, secretaria de la dirección del sindicato de la Empresa Eléctrica de aquí.

Los hermanos guantanameros no están solos en el proceso de recuperación.

“Hoy son ellos, pero otras veces hemos sido los pineros por la posición geográfica, casi siempre, nos tocan los embates de eventos meteorológicos, generalmente, formados en el Mar Caribe. En cada valija de los eléctricos va una luz de esperanza y amor hacia esos hermanos, tal vez entristecidos por la pérdida y saberse queridos por Cuba los reconfortará”, acota García Cordoví.

Otros rostros

Como escudo blindado andaban juntas las pioneras Celin Suárez Chacón; Allison Acosta Valdes y Rosalinda Garcés Ramos, de tercer grado de la especialidad de piano de la Escuela Vocacional de Arte Leonardo Luberta Noy. La primera llevó libros de colorear, crayolas, juguetes y una pulsera; la segunda, sus boticas preferidas y ropas; la tercera donó juguetes y también atuendos de vestir.

Sus rostros hablaban por las decenas de alumnos de otras enseñanzas que confluyeron al encuentro y donde los vocablos más recurrentes al entrevistarlos eran: humanismo, compromiso, amistad, hermandad, solidaridad, los cuales escuchaban a diario en sus respectivos hogares, donde las historias narradas por estos días en los medios de comunicación, hablan del orgullo de ser parte de este sistema social.

Y justo fue esto lo apreciado en los semblantes, marcados por el tiempo, al ver la “invasión” sindical de la CTC del Municipio Especial Isla de la Juventud, que iba cargada de ¡Gracias!, gracias!, palabras mágicas que también repetirán los pobladores de los municipios de Guantánamo afectados por el organismo meteorológico Oscar, como parte del movimiento nacional de ayuda y solidaridad para apoyar a las familias afectadas, lo cual ha multiplicado la unidad y espíritu de cooperación, premisas que son fortalezas.

“Los hermanos guantanameros no están solos en el proceso de recuperación, en tanto es importante que sientan el acompañamiento de toda la nación para vencer cualquier obstáculo en momentos tan difíciles, afirmó Rolando González Martínez, secretario de la sección sindical de Suministros Médicos.

(De izquierda a derecha), las pioneras Celin Suárez Chacón; Allison Acosta Valdes y Rosalinda Garcés Ramos, de tercer grado de piano de la Escuela Vocacional de Arte Leonardo Luberta Noy, aportaron también.

Mientras Oscar Zayas Samón, guantanamero de nacimiento y quien se nombra igual que el huracán que afectó a su provincia hace apenas unos días, trabaja como asesor de enfermería de la dirección de salud del territorio y ratifica, que este aporte llegará en medio de tantos estragos de ese evento meteorológico, de categoría uno, de cinco, el cual tocó su tierra natal en la madrugada del pasado 21 de octubre.

Desde esta Isla va un envío de amor cargada de muchas manos y sindicatos.

 

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