Icono del sitio Trabajadores

Funcionar mejor es posible

Factores externos y los originados en casa inciden sobremanera en el hecho turístico cubano durante el último lustro, ejercicio económico a debate en el proceso orgánico de la III Conferencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de Ho­telería y Turismo (SNTHT), cuyas sesiones finales serán a principios del mes próximo.

Desde las secciones sindicales hasta instancias de provincia, el punto común alude a la influencia de la organización para satisfacer el estratégico encargo de la ex­portación de servicios en un país a la espera de toda la divisa posible de su vital fuente de ingresos.

Según Julio, el reconocimiento oportuno es asunto por mejorar en un sector donde los méritos abundan y solo cuenta con dos Héroes del Trabajo. Foto: Noryis

La COVID-19 y el profundo recrudecimiento del bloqueo de los Estados Unidos han impedi­do, fundamentalmente, igualar o superar las cifras de llegadas del 2019, el año de referencia, reflexiona Julio Enrique Mora­les Verea, secretario general del SNTHT.

Así y todo, reconoce, lograr un turismo eficiente, competiti­vo y de calidad sería imposible si no se resuelven, por ejemplo, los problemas del transporte obrero, planteamiento recurrente en las asambleas, o el déficit de suminis­tros, que imposibilita lograr una operación turística ajustada a los estándares y categoría de los ho­teles.

Para Julio Enrique ninguna apuesta por lo cualitativo sería viable si la marcada fluctuación laboral sigue “bajando personal calificado de los vagones de nues­tra locomotora”, algo que “se pue­de contener si desde el sindicato a todos los niveles exigimos el dise­ño de excelentes sistemas de pago, el respeto a las utilidades y sus destinos, la remuneración por alto desempeño y otros incentivos…”.

Sin embargo, no es un camino fácil. En el logro del objetivo se in­terponen obstáculos referidos por los delegados en las conferencias municipales y provinciales, dice, mientras sostiene en sus manos el informe de los temas debatidos y los principales planteamientos.

Una primera insatisfacción señala inconformidades en los ho­teles con el Decreto 87 y el acuer­do 9856, que exige la comparación con igual etapa del año anterior de indicadores, como la exporta­ción de servicios, los turistas días y el pago de los dividendos, a sa­biendas de que las circunstancias cambian de una etapa a otra.

Según Julio, mucha crítica ha recibido la estructura organizati­va del grupo empresarial Islazul, por condicionar la distribución de utilidades en las instalaciones al cumplimiento de las sucursales, al no ser los hoteles unidades empre­sariales de base (UEB), lo que per­judica los beneficios de quienes sí cumplen sus planes.

Otro tanto sucede con empre­sas nacionales y Organizaciones Superiores de Dirección Empre­sarial (Osde), que impiden operar los estados financieros a diversas UEB por ellas mismas aprobadas con estatus de autorizadas, mien­tras se niega a estos hoteles la au­tonomía concedida en el Decreto Ley 34 y la Resolución 201.

A las sesiones finales de la Ter­cera Conferencia el SNTHT llega­rá con cuestionamientos a la Ley 118 de la Inversión Extranjera, y al reglamento que deja a voluntad de las partes la creación del Fon­do de Estimulación Económica, de lo cual son claras víctimas los hoteles mixtos Royalton Hicacos e Iberostar Parque Central, los úni­cos en Cuba que no han podido re­cibir tales beneficios.

Una de las inconformidades planteadas tiene que ver con los Centros Formadores conocidos como Formatur, por ser excluidos de los pagos por antigüedad apli­cados a profesores de los ministe­rios de Educación y de Educación Superior; en tanto, otro reclamo viene de los arrendatarios de vi­viendas, aún a la espera de que la comercializadora ITH se decida a venderles, al menos, artículos de primera necesidad, esenciales para estos prestatarios privados.

A pesar de estas y otras difi­cultades, Julio es un claro con­vencido de que el turismo “puede aportar más a la economía”. La ruta de lo posible, manifiesta or­gulloso, la marcan varios colecti­vos.

“A nosotros nos toca transfor­mar el funcionamiento orgánico, enseñar la utilidad de estar sin­dicalizados, elegir a los más aptos para los cargos. Tenemos el deber de cambiar. Los trabajadores nos necesitan”.

Compartir...
Salir de la versión móvil