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El ingenioso hidalgo de las calderas

A sus 40 años de edad, el inge­niero eléctrico Yordan Rueda Paz atesora un destacado cu­rrículo innovador en activi­dades industriales vinculadas con la producción de alimen­tos, tanto es así que enarbola el Premio por Mayor Impac­to Económico y Social 2024, otorgado por la Asociación Nacional de Innovadores y Ra­cionalizadores.

Foto: Jorge Pérez Cruz

Del alto reconocimiento se hizo acreedor por la re­cuperación de una embuti­dora hidráulica que permitió la industrialización de parte de las capturas realizadas por los trabajadores de la Empresa Pesquera Las Tu­nas (Pescatun), en la cual se inició como jefe de Manteni­miento y especialista princi­pal, y desde hace dos años es el director técnico.

“Esta innovación hizo po­sible la introducción de nue­vos productos en la cartera de negocios de la entidad como el chorizo de carne de pollo, mecánicamente deshuesada (MDM) y también de pesca­do, jamonada y hamburgue­sas, que aunque no satisfacen la demanda son un aporte al objetivo de alcanzar la sobe­ranía alimentaria”, reconoce Yordan.

 

La utilidad de los hierros viejos

Recuerda que “desde el año 1997 la empresa cuenta con una caldera de vapor y sus re­des para el proceso, y no obs­tante tener esas condiciones nunca se había propuesto ela­borar esos productos que han tenido mucha aceptación po­pular”.

Cuenta que disponer de la tecnología diseñada por una innovación en Pescatun des­tinada a la cocción de las ma­sas era un adelanto para la obtención de otros surtidos; y, conoció la existencia de una embutidora en desuso por pro­blemas técnicos desde el 2005, máquina que decidieron de­volver a la vida útil.

“Para lograr la rehabili­tación —rememora—, tuvi­mos que fabricar las barras de sujeción y el cierre de las tapas con excedente de ca­billa hexagonal recuperada, se le hizo roscas y tuercas de cierre con sus manivelas; y confeccionamos la boquilla a partir de una recortería de tubo de níquel de 38 milíme­tros.

“Luego reparamos la vál­vula distribuidora desecha­da que implicó el cambio en su interior de un grupo de muelles y del retén, el man­tenimiento al motor y al depósito de aceite. La aco­plamos a la alimentación eléctrica y desde noviembre del 2020 está funcionando”, afirma con el entusiasmo de un vencedor, porque aunque contó con el apoyo de otros compañeros de la propia em­presa y de la Láctea, Yordan lideró un proyecto con efec­tos excepcionales.

 

¿Resultados económicos?

Los resultados validan el re­conocimiento, y Yordan los ilustra: “Los niveles de pro­ducción alcanzaron cifras sig­nificativas. En el 2021 (139,7 toneladas); 2022 (176,8); 2023 (89,2) y en los primeros ocho meses del año actual acumu­laban 105,5. Vamos camino a un récord”, comenta satisfe­cho.

Le fascinan los desafíos y su currículo está distingui­do por estas y otras innova­ciones, tanto en la División Alastor Las Tunas, donde hizo su servicio social después de graduarse en la Universidad de Moa y “donde me apropié de conocimientos en áreas de industrias y de refrigeración, y en la red de vapor, que me han servido para desarrollar mi trabajo aquí en la pesca”, enfatiza.

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