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Camilo Cienfuegos:  leyenda viva, innata y eterna

Un hogar humilde con ideas emancipadoras. Empleado de una sastrería en La Habana. Emigrante en Estados Unidos en busca de trabajo para ayudar a su familia. Una herida de bala cuando participaba en una manifestación estudiantil. Integrante de la pléyade de hombres que junto al joven abogado Fidel Castro Ruz partieron desde México en la expedición del yate Granma y llegaron a Cuba el 2 de diciembre de 1956 para emprender la lucha guerrillera contra la tiranía imperante en la Isla.

 

Entre ellos hay un joven llamado Camilo Cienfuegos Gorriarán, el novel guerrero que combate tras combate y proeza tras proeza burlaba al adversario y a la mismísima muerte. Le acompañó desde entonces un halo de leyenda como extraída de un texto homérico o de un pasaje bíblico.

“ Pero no hay que ver a Camilo como un héroe aislado realizando hazañas maravillosas al solo impulso de su genio, sino como una parte misma del pueblo que lo formó (…)”, expresaba su compañero y hermano de lucha el Comandante Ernesto Che Guevara en el prólogo del libro Guerra de guerrillas”.

En la Sierra Maestra –principal núcleo insurrecto del país- Camilo participa en numerosas acciones tanto en la zona montañosa y en los llanos de esa región del oriente cubano. Allí demostró su gran capacidad organizativa de jefe guerrillero al atacar la ciudad de Bayamo, fuertemente protegida por las fuerzas enemigas, y posteriormente cuando evadió con 35 rebeldes bajo su mando un cerco de más de 400 soldados equipados con morteros, tanques y apoyo aéreo.

Sus altos valores patrióticos y humanos le hicieron merecedor de la absoluta confianza del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. En abril de 1958 el máximo líder de la Revolución Cubana dicta la orden de ascenso a Comandante del Ejército Rebelde para Camilo.

Al recibir tan honroso otorgamiento respondió: “Gracias por darme la oportunidad de servir más esta digna causa por la cual siempre estaré dispuesto a dar la vida. Gracias por darme la oportunidad de ser más útil a nuestra sufrida patria.”

“Más fácil me será dejar de respirar que dejar de ser fiel a su confianza”.

No hubo tregua en su andar batallador. Lleva a cabo una nueva y trascendental misión: extender la lucha rebelde hasta el occidente de la Isla y para ello asume el mando de la Columna Invasora número 2 Antonio Maceo.

A su paso por diferentes territorios ocupados por el ejército enemigo, no solo sorteó el constante asedio de tropas bien entrenadas y equipadas. Camilo y sus hombres también tuvieron que afrontar los rigores del hambre, el frío, el cansancio y otros avatares durante cientos de kilómetros en una arriesgada travesía

Un capítulo trascendental de aquella epopeya fue la toma de la ciudad de Yaguajay luego de cruenta batalla hasta lograr la rendición incondicional de la guarnición situada en la región central de Cuba.

Mientras acontecían las victorias rebeldes en el Frente Norte de Las Villas, también Camilo estuvo muy vinculado a la clase obrera. Un ejemplo concreto fueron las orientaciones que impartió para crear una comisión organizadora con vistas a efectuar el Congreso Nacional de Trabajadores Azucareros, a finales de diciembre de 1958, en el territorio liberado bajo su mando.

Aunque no pudo permanecer en todas las sesiones del evento, hizo varias intervenciones en la clausura del cónclave.

Primero de enero de 1959. Escoltado por su tropa victoriosa, el legendario Comandante barbudo y de sombrero alón, entró  triunfal al campamento militar de Columbia, en la capital del país, principal bastión de la derrocada tiranía de Fulgencio Batista.

El Héroe de Yaguajay, el Señor de la Vanguardia, conquistó la admiración, el respeto y el cariño de su pueblo. Desapareció sobre el mar un 28 de octubre hace 65 años cuando regresaba por vía aérea a La Habana desde la ciudad de Camagüey luego de desarticular una conjura traidora con fines desestabilizadores hacia la Revolución Cubana.

Camilo es leyenda viva. Su vertiginoso paso por la vida con solo 27 años de edad dejó la huella de su consagración en todo momento, la  lealtad a Fidel y a la Patria.

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