El ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, compareció este domingo ante los medios de comunicación nacionales e internacionales acreditados en Cuba, para explicar con el mayor lujo de detalles la situación energética que enfrenta el país desde el pasado viernes 18 de octubre y actualizar sobre la recuperación del sistema eléctrico nacional.
Comenzó sus palabras recordando la caída total del sistema ese día, sobre las once de la mañana, por el debilitamiento real que tiene, lo cual había provocado desde semanas atrás largas horas sin corriente en todo el país, fundamentalmente por la falta de combustible. En esa jornada había 900 megawatt (MW) que estaban fuera, toda la totalidad de la generación móvil distribuida, por no tener combustible.
“Solo estaban generando las plantas termoeléctricas y de energas, con combustible y gas nacionales. Había apagones con niveles superiores a los 1 000 MW, es decir más de 40 % de afectación en los clientes. Y en ese momento sale la unidad Antonio Guiteras, de Matanzas, por una falla, dado el estado técnico en que se encuentran nuestras termoeléctricas.
“¿Por qué no tenemos combustible? ¿Por qué el estado técnico de nuestras unidades está así? La causa principal es la insuficiencia que tenemos de acceder a los mercados internacionales financieros para comprar combustible como consecuencia del bloqueo económico brutal del Gobierno de los Estados Unidos.
“Y particularmente en un tema transversal como este. Sufrimos diariamente porque se nos dificultan los barcos que toquen Cuba y la compra de combustible de manera financiada como se hace en todo el mundo. Todo lo tenemos que hacer con pago al cash, e incluso tendiendo dinero a veces en los bancos, se nos ha dificultado poder pagar”.
El titular del ramo puso el ejemplo reciente del gas licuado (para las conocidas balitas de gas) cuando el barco estuvo más de un mes atracado en los puertos, teniendo nosotros la capacidad financiera para pagar, pero los bancos rechazan las operaciones desde Cuba.
Recuperación y acompañamiento a los trabajadores
En otra parte de su detallada explicación abordó el acompañamiento del pueblo a los trabajadores de la Unión Eléctrica (suman alrededor de 52 mil), así como el apoyo de otros organismos o ministerios ante esta contingencia.
Acotó que la caída total de un sistema eléctrico es el evento que ninguna empresa de este sector desearía tener, por la complejidad que tiene, dado que para levantarlo hay que generar electricidad pues una termoeléctrica no arranca sola.
“Aplicamos un diseño a partir del protocolo que tenemos con las unidades de Energas. Es una operación extremadamente compleja porque hay muchas variables que inciden y hay que tener un balance entre consumo y generación.
“A las seis y quince de la mañana del sábado, cuando teníamos un nivel de recuperación importante, ocurre otra afectación de oscilación de voltaje por los vientos que estaban soplando en la zona occidental y se fue otra unidad, por lo que volvió a caerse el sistema. Hubo entonces que empezar de nuevo y en la noche, cuando todo apuntaba a una estabilización total, un fallo automático en la central termoeléctrica de Santa Cruz, que entregaba 70 MW, volvió a afectar un sistema que todavía está muy debilitado. La parte occidental se cayó de nuevo, aunque se quedaron conectadas la zona oriental y central.
“Desde el mediodía de este domingo entramos en una fase de recuperación diferente porque contamos con la CTE Guiteras en línea. Se levantaron las unidades de Energas. Se llegó a Santa Cruz, a Melones y Regla, donde están las patanas; y de ahí se arrancaron los motores del Mariel para el arranque de la termoeléctrica de esa localidad.
“Se priorizan los hospitales y los sistemas de agua. Hay unos 160 mil clientes en la capital con servicio (una de la tarde del domingo) y esperamos que entre la tarde y noche del lunes lleguemos a una fase superior. Esto implica mucha molestia todavía, pero eso no son grandes tiempos en la recuperación de un sistema electroenergético nacional si se le compara con otras naciones que han sufrido esto mismo.
“La situación técnica de las termoeléctrica y la generación distribuida sigue siendo tensa por los años de explotación y por el mantenimiento que no se le ha podido dar como corresponde por no poder comprar piezas de repuesto. Las unidades más jóvenes tienen más de 35 años y se mantienen gracias al esfuerzo de los innovadores y trabajadores en sentido general”.
Vicente de la O Levy informó que nos han ofrecido ayuda y solidaridad, incluida la posibilidad de enviar personal de alta calificación, países como Colombia, México, Venezuela, Rusia, Barbados, entre otros, lo cual se ha agradecido por parte del Ministerio y las autoridades principales del país.
Finalmente aclaró que una vez recuperado todo el sistema, eso no quiere decir que se vayan a eliminar los apagones, porque van a seguir faltando de piezas de repuestos y se mantendrá la indisponibilidad de combustible.
Inconveniente adicional
Antes de concluir, La O Levy, señaló que aparece ahora un inconveniente adicional con el huracán Oscar por la zona oriental, donde existen polos fuertes de generación en Felton, en Moa, con los motores emplazados allí, en la planta de Renté en Santiago de Cuba y una pantana en la bahía de esa propia provincia.
La experiencia que tenemos es que siempre que pasa un evento meteorológico como este la primera afectación está en los sistemas eléctricos: caída de postes, líneas eléctricas, daños en transformadores, aisladores y otros, que debilitan aún más el sistema y hacen que las unidades de generación haya que pararlas.