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Jornada por la Cultura Cubana: Carpentier frente al maravilloso laberinto

Carpentier en su oficina de la Imprenta Nacional. Foto: Archivo del periódico Granma

La Jornada de la Cultura Cuba­na, que concluye el próximo do­mingo 20 de octubre, rinde ho­menaje a uno de los titanes de la literatura cubana, Alejo Carpen­tier, en el año en que se cumple el aniversario 120 de su nacimien­to. La obra del gran novelista es uno de los pilares de la literatura hispanoamericana del siglo XX. Carpentier continúa siendo un contemporáneo: todavía ofrece claves para entender las actuales circunstancias. Es la potencia de los clásicos.

Sus novelas, ensayos y artículos demuestran una profunda com­prensión de la historia, la cultu­ra y la identidad latinoamerica­nas. Exploró los vínculos entre lo tangible y lo soñado, que se con­cretan en un concepto perfecta­mente establecido: lo real mara­villoso. Ese es el ámbito de buena parte de sus creaciones: no hay necesidad de inventarse un mun­do de prodigios; ese mundo está aquí, nos rodea; es un laberin­to de mitos, tradiciones, sucesos asombrosos, traumas y realiza­ciones. Carpentier se ubica en la encrucijada, escoge un camino, lo desanda aprovechando su ex­traordinario dominio del lengua­je, su capacidad para integrar referentes culturales diversos en una línea narrativa.

Sin reparar en esquemas, de­safiando convenciones, el escri­tor recreó la complejidad y la ri­queza de los procesos sociales de América Latina, en una visión lú­cida de la relación entre el pasa­do y el presente, entre la cultura popular y la llamada alta cultu­ra… y entre la realidad histórica y la soñada. Su profunda erudi­ción no se limita a lo académico, es parte integral de un estilo. En su producción, las fronteras en­tre los géneros y las disciplinas artísticas se desdibujan.

Carpentier fue uno de los precursores del célebre boom de la literatura latinoamericana. Escritores como Gabriel García Márquez y Julio Cortázar fueron abanderados de esa fusión de lo fantástico con lo cotidiano.

Pero más allá de sus aportes estéticos, Alejo Carpentier fue un escritor comprometido con la realidad política y social de su tiempo. Reflexionó sobre la fun­ción de la cultura en la emanci­pación de los pueblos. A casi 45 años de su muerte, su creación sigue reafirmando el valor de las raíces y la importancia del arte en la construcción de una socie­dad más plena.

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