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«Si alguien vive como millonario sin tener los millones, ese soy yo»

El diálogo con Francis del Río resulta la oportunidad de sumergirse en el caudal creativo de este músico que inició su camino en las artes (léase en plural) cuando siendo un niño su progenitora le ofreció la oportunidad de conocer el teatro y recibir la influencia que más tarde ha llevado consigo a las artes visuales y la música interactiva.

Foto: Cortesía del artista

No es la primera vez que compartimos información de sus nuevos proyectos y obras visuales. Sin embargo, estamos a las puertas de un nuevo disco relacionado con el pensamiento más profundo del ser humano en una referencia directa con exponentes de vanguardia de la filosofía a nivel internacional.

-Después de establecer un estilo que marca uno de los puntos referente (defiendo ese criterio) de la llamadas música fusión, alternativa, urbana ¿sientes que te renuevas con este nuevo proyecto de disco? ¿Hacia dónde enfocas este nuevo trabajo?

-Bueno a decir verdad, siempre tuve en mente cantar sobre bases rítmicas cubanas algunos textos de filósofos, para mí siempre será un reto poder entrar en clave y poner melodías a cosas que son de algún modo complicadas de entender escritas y un poco más asequible cuando le pones música ya que sin dejar de perder su importancia toman otra connotación. Yo diría que se enriquecen.

“Un día revisando las redes (sociales de la Internet) me encontré, en el muro de un viejo amigo pintor (Juan Miguel Pozo), un escrito de Emil Cioran -escritor y filósofo pesimista de origen rumano, marcado por Friedrich Nietzsche y Arthur Schopenhauer-, y me impresionó mucho, no tanto por lo que quería decir como por su forma complicada de decirlo, al punto que aún después de haber cantado uno de los temas en el cual hago referencia a Cioran, no sé si comprendí lo que él quiso decir; quizás si él estuviese vivo jamás entendería tampoco cómo pude ponerle clave y melodía a sus concepciones filosóficas, o sea un referente con esas características, y pienso que el propio Cioran nunca tuvo en cuenta la repercusión, trascendencia e influencia de su pensamiento filosófico, a la hora de manifestarse al respecto.

“Lo cierto es que partir de terminar el tema me di cuenta que mi nuevo disco tomaría ese rumbo; sin ninguna otra pretensión que disfrutar el hecho de poder llevar escritos de grandes filósofos, en forma desprejuiciada, a la música, y cumplimentar mi obra con mi más sincera inquietud, en el momento que las tengo… Por supuesto, luego, el resultado final (define) al menos -en mí- pasa a un segundo plano”.

-¿Siempre te sucede?

-Creo que esto me pasa con la mayor parte de mi obra, quién sabe y sea por eso que a muchas personas además de mí, le gusten mis propuestas. Además de otras tantas propuestas que supongo, rechacen. (Ríe con el rostro marcado por un tono de picardía) Esa es la vida y a mí, en lo personal, me gusta como es.

-En medio de un mercado-escenario signado por tendencias artísticas donde lo importante es lo vendible, ¿qué resulta más importante es tu condición de músico e intérprete?

-Mira si alguien vive como un millonario, sin tener los millones en este mundo, soy yo. Créeme, la felicidad en gran medida responde a la realización de todo aquello con lo que soñaste hacer, unos necesitan mucho para lograrlo y otros sencillamente se dan cuenta (en algún momento de la existencia) de que está a nuestro alcance solo con ser o honesto y consecuente. Actuar con lo que realmente vale la pena, y aceptar su destino. Al final nos vamos de este mundo como mismo llegamos, y si en nuestro pasaje por esta maravillosa tierra, el dinero te hizo ser lo que realmente no eres ni sientes, no es culpa de más nadie que no sea de uno mismo.

“De cualquier modo creo que puedo entenderlo. Ya que si de algo conozco son de las carencias humanas y de los vacíos que en ellas conviven. Solo te diré que lo que se llena con amor no es posible suplantarlo con nada y que podemos engañar a todo el mundo; pero ¿a nuestro corazón? Y lo peor de todo es morir sin ni tan siquiera despertar y tomar conciencia de eso.

“No todos los seres humanos están preparados para, con honestidad, enfrentar, asumir y comprender su destino. Tener ese poder es una verdadera suerte, suerte que no podrás jamás comprender con la posesión de ningún elemento material, ni con ningún tipo de reconocimiento. Esa es una batalla que solo se libra en tu alma y solo la ganas buscando la confianza ante tus propios ojos al saber -sin duda alguna- de que estás obrando bien; a pesar de la supuesta relatividad (defendida por Einstein) que en muchas ocasiones solo justifica lo que bien sabemos que no es correcto”.

-En este volumen en proyección tienes dos temas que se están pegando en el público que te sigue en las redes sociales. Me refiero al dedicado a José Martí y el de Albert Einstein. ¿Qué puedes decir?

-Estoy satisfecho con ambos. Fueron seres extraordinarios. Me acerco desde el asombro sobre la actualidad de sus pensamientos. La profundidad de sus análisis, el valor humanista que los define. Así lo pienso de Martí.

Foto: Cortesía del artista

-¿Has pensado en hacer música directamente para el cine?

-Eso sería como preguntarle al cine si alguna vez ha soñado en crear imágenes para mí… (Ríe) En verdad amo poderlo hacer, ya que creo tener un sentido muy desarrollado del dramatismo en el cual se enmarcan determinadas situaciones; sobre todo a la hora de interpretar una de mis obras. Soy un actor sonoro, es la opinión que tengo sobre mí.

“Cada detalle de lo que digo lo pienso muy bien y lo repito en muchas ocasiones hasta que queda registrado sonoramente coherente con lo que estoy tratando de comunicar. Pero bueno creo que este sueño empieza a coger camino ya que -por primera vez- tendré un tema mío en una película. Me refiero al tema central, ya que en otras ocasiones he participado en otras (versiones de música para el cine); pero solo como coautor. En este caso la cinta en proceso Cinco historias de amor y un bolerón desesperado es la última película del maestro Arturo Santana y termina con un tema de mi autoría llamado Días felices.

“De cualquier modo creo que todos mis temas pudieron haber sido hechos para diferentes películas. Así lo considero en mi modesta pero honesta vida dedicada a la música. (Adopta una expresión picaresca) Pero si Hollywood no la descubre (Ríe) es sencillamente por dos cosas: una que yo no esté preparado para él y dos porque él no esté preparado para mí. La vida que es más grande que ambos y se encargará de aclarar estas dudas y de poner las cosas -como de costumbre- en su lugar. De todas formas Van Gogh fue, es y será Van Gogh sin Hollywood y sin mí (en sus ojos la risa parece caer por sus mejillas).

Nota: Está prohibida la reproducción de la obra visual sobre la numerología a Martí, ya que está sujeta a Derechos de Autor.

(Tomado de Tribuna de La Habana)

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