Una de las empresas estatales insignias de esta central provincia, devenía laberinto meses atrás. Su patio a cielo abierto era como un almacén congestionado de conductos que debían continuar sin pausa construyendo los caminos del agua por toda Cuba.
Tanto el hacinamiento, como el déficit de combustible y los fallos eléctricos, le ponía zancadillas a la producción. Sin embargo, las interrupciones operativas y las toneladas de polipropileno dejadas de convertirse en productos terminados, no desalentaban a los obreros.
“Nada nos detiene”, decía Sergio Barrios García, director general de la Empresa de Tuberías de Polietileno de Alta Densidad, conocida comercialmente como Ciegoplast.
De vuelta a la fábrica, Trabajadores corrobora que el ingeniero tenía la razón porque todo está hoy como cielo despejado, hasta los clientes demorados en la extracción de los renglones contratados, agasajaron al colectivo de la primera industria de su tipo en el país, inaugurada el 6 de octubre de 1999.
– ¿Cómo lidiaron y vencieron?
“Colocamos en primer plano la innovación para darle prioridad al banco de problemas, sustituir importaciones y minimizar los gastos; pusimos en práctica nuevos proyectos, los encadenamientos productivos, el vínculo con la universidad y el modelo de economía circular que nos permite reutilizar los residuos plásticos y la creación de nuevos y mejorados productos.
“Nosotros fabricamos tuberías desde 90 hasta mil 200 milímetros de diámetro, en el presente año hemos procesado más de 2 mil toneladas de materia prima y ampliado la gama de surtidos por encima de las 2 mil unidades, a partir de encadenamientos productivos con formas de gestión no estatal que aprovechan los residuos de nuestros procesos para producir tubos de 16 a 75 milímetros y te, codos, reducidos y otros accesorios”.
– ¿Destinos de estas producciones?
“Los tubos de pequeño porte para los programas de la vivienda y venta a la población, los de grandes dimensiones aseguran las inversiones hidráulicas, principalmente en La Habana y el oriente del país; los polos turísticos de Matanzas, Villa Clara, Camagüey y Ciego de Ávila; los programas de frutales y de tabaco.
“Aportamos a las conductoras de gas agrio destinado a la generación de energía eléctrica los primeros seis kilómetros de tuberías de 500 mm PN16, fabricados por vez primera en Cuba, con la perspectiva de continuar produciéndolas en nuestra industria”.
– ¿Qué es lo más importante en los 25 años de Ciegoplast?
“Nuestros trabajadores que han contribuido a la soberanía hidráulica de la nación en un grupo de renglones que antes se importaban. Ellos son los protagonistas de la diversificación de las producciones físicas, lo cual nos facilitó utilidades superiores a los 22 millones de pesos, tenemos el reto de mejorar el salario medio mensual que es de 4 mil 895”.
Ciegoplast ha incrementado la eficiencia milímetro a milímetro durante un cuarto de siglo. Sus proezas han sido recompensadas con los premios nacionales a la gestión económica y productiva y el de innovación tecnológica; unidad de desarrollo e innovación declarada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente; y colectivo Vanguardia Nacional por 10 años consecutivos.
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