Si bien es cierto que la Generación Distribuida (GD) deja de aportar importantes volúmenes por la falta de combustibles importados, también la recuperación abarca este equipamiento del sistema electroenergético.
Lo anterior fue tratado por Vicente de la O Levy, titular de Energía y Minas en el canal de Youtube del MINEM, donde habló de termoeléctricas, fuentes renovables de energía, y GD surgida como parte de la revolución energética entre los años 2005 y 2009.
Son miles de equipos (de fuel oil y diésel) ubicados en todo el país de modo que en contingencia como afectaciones por fenómenos meteorológicos o por razones de seguridad nacional, aportan electricidad a través de microsistemas interconectados a la manera de islas.
La capacidad instalada en los GD es de más de 2000 MW que no debe desatenderse, sino preservada porque puede ser usada al normalizarse la situación de los combustibles importados, pero también en horarios del pico eléctrico que es su objetivo.
Para tener una idea del significado de esos 2000 MW, obsérvese que son similares a las cifras estimadas para el horario pico del18 de enero de este 2024, tanto en la disponibilidad estimada (2645 MW) como en demanda máxima (2750 MW).
El titular explicó que según se recupere cada motor, tendrá un sistema de mantenimientos para garantizar el funcionamiento de estos equipos que hasta el año 2016 tuvieron los niveles de disponibilidad previstos, pero a partir del 2017 comenzaron a acumular problemas por falta de recursos.
Se ha informado que a partir de 2018 bajó la disponibilidad en los motores de fuel oil y desde 2021 en los de diésel, por lo que hay bajar reservas para responder ante las contingencias.
Vicente de La O Levy se refirió a que comparado con las termoeléctricas, en la generación distribuida el proceso inversionista concluye con más rapidez y es menos costoso, pues los recursos pueden arribar con más facilidad que para las unidades térmicas.
Actualmente se negocian pagos para piezas fabricadas en otros países, y en la medida en que llegan se pueden poner motores en funcionamiento porque se trata de cambiarles componentes en poco tiempo.
Con escasos recursos de una economía tan afectada como la cubana, se puede ir recuperando la GD y continuar con las termoeléctricas, cuyos plazos de recepción de los recursos después de disponer del dinero, son mayores.
El ministro aclaró que el camino no es corto, pues estabilizar el sistema eléctrico y disminuir los apagones en la actual situación del país es complejo, y reiteró que no es posible eliminarlos mientras la nación atraviese la actual situación.
Los componentes del sistema eléctrico nacional son en baja medida los que usan fuentes renovables de energía, las termoeléctricas que usan crudo nacional y las plantas que emplean el gas acompañante de la extracción cubana de petróleo, las centrales flotantes conocidas como patanas, además de la Generación Distribuida, la más afectada en los últimos tiempos.